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XAVIER ZUBIRI Y ENRIQUE TIERNO GALVAN. 85 ra» 42. Anotamos que, según este texto, la relación sujeto-objeto es para Tier­ no un fundamento legítimo de la gnoseología. Pero no lo es el intento de captar por esta relación la estructura de la realidad. Este intento, base de la especulación metafísica, sería una hipótesis que obstaculiza más que fa­ vorece el verdadero conocimiento. El lector avisado percibe bien pronto que Tierno se sitúa desde el primer momento en una postura radicalmente opuesta a la de Zubiri. Este juzga que lo primario es aprehender la cosa real en cuan­ to real, en cuanto es algo "de suyo”. Tierno rechaza esta pretensión como hipótesis inaceptable y desorientadora. Con ello apunta a su propio camino. Intentemos precisarlo algo mejor. Nos ayuda a ello una distinción de campos del conocer que Tierno re­ pite insistentemente, aunque con diferentes matices. Nos parece que pueden resumirse en tres: campo de la lógica formal, campo de la ciencia experimen­ tal y campo de la estética. La lógica formal estudia los modos más generales de conexión: Tierno señala los siguientes: negación, conjunción, disyunción, equivalencia e incompatibilidad. La define también como el conjunto de es­ quemas combinatorios en los que el lenguaje se expresa en significados. De esta suerte la gnoseología de Tierno acota bien este primer campo43. De los otros dos nos da un primer atestado en este texto: «La división más amplia del saber teórico que ha de sustituir a la vigentes es ésta: Ciencia y Estética». Se distinguen entre sí por cuanto la ciencia fracciona la realidad en compartimentos que analiza y somete a examen para lograr captarlos con toda precisión, mientras que la estética estudia la totalización. «Ciencia y totalización se contradicen», escribe Tierno. Mientras que la ciencia escinde en fraccionamientos diversos la realidad global para un conocimiento más perfecto de los mismos, la estética quiere percibir la totalización, el proceso de la totalización y el resultado de la totalización 44. Señalados los campos del saber es obvio que nos preguntemos por el criterio que nos garantiza de la verdad en los mismos. En este instante Tierno empalma con la gran corriente actual del neopositivismo y declara que la verificación es el único criterio válido. «Para la mentalidad moderna, escribe, verdad es lo que se verifica como verdad... Según esto la verdad está en fun­ ción de la verificación; cuando la verificación no necesita de más verifica­ ciones la verdad queda establecida» 45. Tierno advierte que las clases de verificación son múltiples. Con relación a los campos podemos distinguir dos: la verificación lógica y la verificación científica. No podemos hablar de verificación estética porque la estética ca­ rece de verificación. Visto esto desde la ciencia es un fallo de la estética. 42. La realidad com o resultado..., n. 77, 139. 43. O. c „ n. 42, 122. 44. O. c .t n. 74, 138. ... 45. O . c., n. 47, 124-125.

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