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84 ENRIQUE RIVERA DE VENTOSA Contra el racionalismo no es menos incisivo. Y hay que observar que Zubiri tiene primariamente ante sí al racionalismo aristotélico-escolástico. Contra este racionalismo arguye: «La función formal de la inteligencia no es concebir sino aprehender las cosas reales como reales. Formar conceptos es una función ulterior que reposa sobre esta otra función primaria y que deriva de ella. Y esto, lo mismo tratándose de la inteligencia humana que de la divina» 40. Creemos que la actitud de Zubiri en este punto capital de la gnoseología es precisa, clara y decidida. Concluimos esta reflexión mencionando la expresión — hoy ya clásica en España— con la que cree Zubiri poder expresar la potencia psicológica con la que se capta la realidad en sí. A esta potencia la llama inteligencia sentiente. En un intento de superar a las teorías clásicas sobre el modo de conocer, expone así el inteligir humano, en cuanto acto de la inteligencia sentiente. «La formalidad propia de lo inteligido, escribe Zubiri, es "realidad” ... El hombre no sólo concibe que lo sentido es real, sino que siente la realidad misma de la cosa. De ahí que este modo de sentir las cosas sea un mo­ do intrínsecamente intelectivo. Y así como la sensibilidad no es entonces pura, sino intelectiva, por la misma razón su intelección no es pura sino sen- tiente. Inteligir y sentir son esencialmente distintos e irreductibles; pero constituyen una unidad metafísica estructural: inteligencia sentiente » 41. Denso y profundo, como los mejores razonamientos de Zubiri, es esta exposición de la inteligencia sentiente. Con ella ha señalado un hito que bien pudiera llegar a ser un hito orientador en la futura gnoseología. B) Gnoseología de Tierno El profesor Tierno ha abordado el tema gnoseológico especialmente en tres obras: La realidad como resultado, Razón mecánica y razón dialéctica y Conocimiento y Ciencias Sociales. Pero alude al tema en todos sus estudios de los que hemos utilizado preferentemente: Humanismo y sociedad y ¿Qué es ser agnóstico? Conscientes de la dificultad del tema, exponemos un pri­ mer esbozo sintético. Lo primero que constatamos en esta gnoseología es su ruptura con la metafísica. Sabemos por las historias del pensamiento que estos dos saberes van siempre del brazo. Tierno los separa cuando escribe: «La gnoseología en cuanto ciencia concreta que investiga los modos de conocer partiendo de la diferencia psicológica entre objeto y sujeto es legítima; en cuanto base de la especulación metafísica sobre la estructura de la realidad no tiene jus­ tificación rigurosa. Es una hipótesis más, obstaculizadora y no favorecedo­ 40. O. c., 65. 41. O . c., 414. El profesor M. C r u z H e r n á n d e z tiene el mérito de haber incorporado a su manual, Lecciones de Psicología, Madrid 1969, este modo de concebir el intelecto humano como «inteligencia sentiente » (cf. 376-377).

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