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80 ENRIQUE RIVERA DE VENTOSA La problemática planteada por el profesor Tierno acrece su importancia si se tiene en cuenta lo que unos llamarán pérdidas irreparables y para él son eliminaciones conscientes. Dos de estas eliminaciones queremos recordar, para que su pensamiento quede mejor reflejado. La primera eliminación consciente se refiere a la metafísica clásica a la que Tierno profesa una cordial antipatía. Unas veces habla de marañas me­ tafísicas debidas a la confusión de los planos empírico y racional. Otras afir­ ma que la extraña, para él inexplicable, tendencia a buscar la unidad fun­ damental es uno de los vicios más nefastos y que durante más tiempo han aherrojado la cultura de occidente. A uno de los grandes metafísicos de nues­ tro siglo, M. Heidegger, le achaca el haber atribuido significado metafísico a palabras que son tan sólo válidas en el plano emocional, como angustia, cuidado, etc.29. Discutibles son estas afirmaciones y la interpretación que hace de Hei­ degger. Pero queda bien patente el rechazo de Tierno a la metafísica cul­ tivada por el filósofo alemán y aún a toda metafísica. El motivo de este rechazo y la ley que preside la previsible desaparición de este saber, lo ex­ pone claramente Tierno en una página muy pensada. El motivo lo enuncia en estos términos: «El obscurecimiento del horizonte de posibilidades rela­ tivo a la metafísica en la situación actual... es paralelo a la apertura del ho­ rizonte de posibilidades de la sociología que aparece como trasunto y suce­ dáneo de la propia metafísica» 30. Dos hechos filosóficos preanuncia aquí Tierno: la merma de posibilida­ des metafísicas en el próximo futuro y, paralelamente, el acrecentamiento de las mismas para la sociología que vendrá a ser trasunto y sucedáneo de aquella. Es mucho lo que aquí afirma Tierno. Aristóteles llamó al hombre "zoon politikon”. Pero nunca soñó el pensador griego que la dimensión po­ lítica del hombre o, como decimos hoy, dimensión social, absorbiera las in­ cumbencias del primero de los saberes: el metafísico. Pese a ello, Tierno lo ha declarado cesante para el hombre de hoy, según una ley histórica que que­ remos comentar. Para mejor comprenderla hay quenotar que Tierno vela civilización de Occidente radicalmente escindida entre lamundanidad y la transcendencia. Llama intereses vitales a los de la mundanidad; intereses antivitales a los relacionados con la transcendencia. Ante esta dualidad de intereses Tierno enuncia una ley histórica, que no formula como ley, pero que queda bien expresada en este texto: «En la medida en que los intereses vitales munda­ 29. O . c „ n. 18, 106-107 y n. 37, 118. 30. S ociología y situación... 105. 4) Eliminaciones conscientes

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