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El pecado original Veinticinco años de historia: iq^o-iqy^ PR E S EN TA C IO N * La enseñanza tradicional sobre el pecado original ha estado sometida, du­ rante estos últimos decenios, a una enérgica reactivación y — en algunos ca­ sos— a un proceso de radical transformación. A lo largo de estos últimos veinticinco años — desde 1950 a 1975— la vieja creencia ha debido sopor­ tar reiterados ataques que han puesto a prueba su resistencia vital. En rea­ lidad le ha sido planteada ya la cuestión definitiva: Ser o no ser; sobrevivir o no sobrevivir dentro del conjunto de las creencias cristianas. Porque, en el momento en que estamos escribiendo, crece el número de los teólogos que opinan que la Iglesia debería despedirse, sin miedo y sin nostalgia, de la venerable creencia en el pecado original. Si algo hubiera que lamentar en esta ocasión sería el que la despedida haya llegado demasiado tarde l. Este nuestro trabajo se propone describir el origen, desarrollo y conso­ lidación de las dificultades que han dado por resultado la rápida reducción, reformulación y — posiblemente — desaparición del "dogma” del pecado ori­ ginal, en cuanto doctrina específica dentro de la enseñanza cristiana. Y todo ello en un acelerado proceso de evolución doctrinal que va desde la afirma* Nuestro estudio, dividido en cuatro partes, se publicará en el decurso de los años 1977-78. Al final pondremos la «Bibliografía General», en la cual se dará la refe­ rencia «completa» de autores y obras citadas. Para las siglas-abreviaturas utilizadas a lo largo del trabajo también habrá su «Indice» correspondiente. Mientras tanto, damos los datos «indispensables» para identificar autor y obra. 1 . La afirmación es de H. Haag: «Nachdem die abendländische Kirche 1500 Jahre einer durch Augustinus irregeleiteten Tradition gehuldigt hat, kommt heute der Abschied von der «Erbsünde» wahrlich nicht zu früh —eher viel zu spät». Prólg. a la obra de U. Baumann, Erbsünde? Ih r traditionelles Verständnis. Frase que recoge con gusto J. G r o ss en el pórtico del vol. IV de su obra Geschichte des Erbsündendogmas. En otro lugar se lamenta H a a g de que el pecado original se resiste, tenazmente, a morir; Die hartnäckige Erbsünde, es el título de uno de sus trabajos.

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