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R E IN O D E L H O M B R E Y R E IN O D E D IO S 4 2 7 de su destino. La comparación de la experiencia con la doctrina puede desembocar, para el creyente, en una actitud psicológica de desesperación, de presunción vanidosa o de fundada esperanza. Los reformadores reaccionaron contra lo que creían una presuntuosa manipulación de Dios por parte del hombre y, al acentuar la liber­ tad y soberanía divinas, negaron cualquier objetivación de su gracia. W. Dettloff hizo ver cómo Escoto, con su doctrina de la acepta­ ción, había ya recalcado la absoluta independencia de Dios también en relación con el hombre pecador. Por su parte Pannenheru, des­ pués de señalar las diferencias de planteamiento («acceptatio ope- rum» frente a «acceptatio personae»), advirtió aue Lutero fue más allá de Escoto al identificar la no imputación de los pecados con la imputación de la «justitia Christi» ( = justificación). El efecto santificador de la misericordia divina la apunto en esta crónica como cuestión abierta: ; hasta nué punto las dificul­ tades de la «cosificación» de la gracia se alivian en una perspec­ tiva personal o radican en la supuestamente insuperable pasividad de la creatura frente a Dios? El concepto escotista de Dios como «objeto libre» (en cuanto que no entra en el esquema natural de la dinámica del entendimien­ to creado) es muy orientador para pensar en su misterio v la nro- vección del mismo en el hombre. Esto hace posible hablar del ca­ rácter teológico de la filosofía (Todisco). Y también se encuentra la posibilidad de que la libertad del hombre, que sin una conexión sustentadora acabaría en el nihilismo sartreano, vensa a ser en el horizonte de Dios la potencia suprema constructora de la persona­ lidad humana (Rivera de Ventosa y Roberts). Una, sesión plenaria se dedicó a la tradición escotista véneto- paduana. Era un homenaie lógico a la ciudad v región aue bené­ volamente había acogido al congreso. Trató el tema E. P. Mahonev, «Duns Escoto v la escuela de Pad.ua por el 1500». haciendo patente el interés por el escotismo en autores no franciscanos como N. Ver- nia, A. Niffo, P. Pomponazzi v M. Zimara. En conexión con este tema histórico hablaron C. Vnsoli (El escotismo en la corriente platónica de los ss. xv y xvi), J.-C. Margolin (Erasmo y Duns Esco­ to) y otros ponentes de las secciones especiales. Los trabajos de las secciones giraron, como es lósrico. en torno a los problemas va aludidos. Interesante v actualísima resultó la contribución de E. Benvenuto sobre el «Itinerario hacia T>ios en Escoto frente a la epistemología contemporánea»: Dios, entendido no como la causa de las realidades intramundanas sino como fun­ damento fundante de su posibilidad, se manifiesta en el vértice de

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