PS_NyG_1976v023n003p0399_0415

S IG N IF IC A D O D E SAN PRO SPERO D E A Q U IT A N IA . 405 ejercidas por los adversarios marsilienses. En el mismo sentido se pronuncia Altaner, cuando afirma que «bajo la influencia de las di­ ficultades semipelagianas abandonó la doctrina de Agustín acerca de la limitada voluntad salvífica de Dios, y sobre la predestinación "ad poenam” , "ante praevisa demerita” , llegando a ser últimamen­ te en el "De vocatione omnium gentium” acérrimo defensor de la voluntad salvífica universal de D ios»37. Todos los críticos de Próspero se dan la mano al afirmar que su doctrina teológica fue idéntica de forma absoluta a la de San Agus­ tín hasta el año 432. Pensemos que éste murió el 28 de agosto del año 430, y que San Próspero hubo de hacer frente sólo a las argu­ mentaciones de los semipelagianos. Pero a partir del 432, «l’évolu­ tion de Saint Prosper commence a se dessiner»38. Hasta ese momento sus obras eran un fiel reflejo de las expues­ tas por su maestro39. Esta fecha señala un hecho curioso que se encarga de puntualizar agudamente Bardy: «Le Contra Collatorem ni dit pas un mot de la prédestination: il se contente de revenir sur la gratuité absolue de la grâce, sur la nécessité pour le commen­ cement même de l’oeuvre du salut et sur son efficacité» 40. Su for­ mula es evidentemente hábil. Prácticamente se limita a eludir el problema haciendo afirmaciones que a nada comprometen. Dios, por ejemplo... «ut et qui salvantur, ideo salvi sint quia illos voluit Deus salvos fieri»41. ¿Podría negarse tal afirmación? Y aun es más hábil, si cabe, otra de sus sentencias: «quod, quia Dei praescien- tiam ne latuit ne fefellit, sine dubio talem (al condenado) num- quam elegit, quia tales futuri ex voluntaria praevaricatione praes- citi sun t»42. Es fácil comprobar cómo escamotea el problema, centrando el interés en la «praescientia» divina, pero sin dar el salto que San Agustín había dado en el sentido de afirmar la coimplicación ne­ cesaria de predestinación. Dios sabe todo de antemano: ¿cómo va a predestinar a la salvación de un modo eficaz e infalible a quien sabe por su presciencia que ha de perecer por propia voluntad? Es decir, «les élus ont été prédestinés gratuitement, indépendem- 37. Cf. B . A lt a n e r , o. c., 341. 38. G. B a rd y , Dictionnaire de théologie catholique, t. 13, 848. 39. Epístola ad Rufinum, escrita hacia 426/427: PL 51, 77-90 y el Carmen de ingratis: PL 51, 91-148, en el que repite las ideas expuestas en dicha carta. Cf. así mismo la Epístola ad Augustinum (PL 51, 67-74) en la que le da cuenta de la situación de su monasterio, gobernado por Casiano. '40. G. B a rd y , o. c., 848. 41. PL 51, 158. 42. PL 51, 161. 5

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz