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S IG N IF IC A D O D E SAN PRO SPERO DE A Q U IT A N IA . 403 nés de los monjes de Provenza: «De praedestinatione sanctorum» y «De dono perseverantiae»24. «La predestinación — dice San Agustín— en cuanto determina­ ción a la salvación eterna y predisposición a la gracia, es un acto libre y soberano de Dios, sin mérito alguno e incluso a pesar del demérito del hombre e infalible para éste»25. La exposición que acabamos de hacer nos permite comprender el punto de partida de San Próspero. En efecto, ha sido considerado tradicionalmente como el discípulo fiel e inmediato de San Agus­ tín. «Un défenseur ardent des formules les plus absolues de saint Augustin», como afirma Bardy26. Sin embargo, la relación existen­ te entre ambos santos es uno de los capítulos que más curiosidad ha suscitado a los investigadores27. Sobre todo, Próspero se vio entre dos fuegos. De una parte conviviendo con adversarios del santo de Hipona, y, de otra, espiritualmente afecto a los principios doctrinales de éste. Es esto y la evolución del pensamiento de San Próspero lo que invitan a formular la pregunta de hasta qué punto son similares los puntos de vista de éste y los de San Agustín. ¿ Fue un fiel discípulo suyo, repetidor de sus tesis teológicas, mantuvo una personalidad propia o se vio condicionado por sus compañe­ ros, menos afectos a San Agustín? Porque, como el mismo Prós­ pero escribe a San Agustín28, entre sus compañeros existen dos facciones interpretativas del problema de la gracia. Esta carta, al decir de Chéné, «distingue parmi les Marsilienses deux groupes, ceux qui rejetaient simplemntlesidées personnelles de Saint Augustin sur la toute-puissance de la grâce et la prédesti­ nation, et ceux qui, en outre, marchaient dans les voies de Péla- g e » 29. Estos semipelagianos, encabezados por Casiano y Vicente de Lerins, representan el polo opuesto a la doctrina agustiniana. «Attri­ buent a la nature, outre un certain pouvoir de persévérer dans la vie chrétienne, le comencement de la fo i» 30. «Históricamente ha- 24. H. R o n d e t, o. c ., 111-112; 81-92. 25. J. A u e r , o . c ., 503. 26. G . B a rd y , Prosper d’Aquitaine, en Dictionnaire de théologie catholique, t. 13, 848. 27. C f. M. J a cq u in , La question de la prédestination aux V et VI siècles, en Re­ vue d’histoire eclésiastique V II (1906) 271-300; M. C appu yn s, Le premier represen­ tan! de l’augustinisme médievale, Prosper d'Aquitaine, en Recherches de théologie anciènne et médiévale 2 (1929) 309-337. 28. Cf. Epístola Prosperi ad Augustinum: PL 44, 947-953. 29. J. C h en e, Que sinifiaient initium fidei et affectus credulitatis pour les semi- pelagiens, en Recherches des sciences religieuses 35 (1948) 572. 30. J. C h en e, a. c., 573.

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