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S IG N IF IC A D O D E S A N P R O S P E R O D E A Q U IT A N IA . 4 0 9 tida. Es decir: ¿son así los «fideles» por una gracia «specialis»? Esta parece ser la solución agustiniana de P r ó s p e r o N o obstan­ te, esta respuesta implica una discriminación, cuyos motivos no aparecen claros. ¿Por qué unos disponen de una gracia «general» sólo y otros, de una especial? El tema da mucho de sí, como se encarga de demostrar la his­ toria del jansenismo, que aborda la distinción, basada en una gra­ cia suficiente y otra eficaz. Pero no es éste el momento más apto para tratarlo, ya que supera la circunstancia histórica que nos ocu­ pa. El mismo Cappuyns apunta la dificultad: «Prosper a conscien­ ce qu'au fond il n'a fait que déplacer la problème. Mais son but est atteint: montrer, sans abandonner l’idée augustinienne de la volonté nécesariement efficace, comment Dieu veut en quelque ma­ nière veritable le salut de touts les hommes. La distribution inégale de la grâce laisse, en effet intacte sa réelle universalité...»57. El pensamiento de San Prósnero es el resultado de catalizar de un modo vivo e inmediato las dos tensiones del tema. Y el resul­ tado fue la serena exposición del Indiculus 58, ajeno a todo lo que no fuera doctrina eclesial. Como él escribió: «Profundiores vero difficilioresque partes incurrentium quaestionum quas latius per- tractantur ...sicut nos audemur, contemnere, ita nos necesse habe- mus adstruere»59. Este documento, si bien no constituye una definición dogmáti­ ca, contiene, como afirma Schmaus, «las definiciones de la Iglesia sobre las decisiones de los concilios africanos aprobados por Roma, y la fe declarada en la liturgia: ofrece, por tanto, una exposición clásica de la doctrina católica de la gracia, sin ser propiamente definición doctrinal»60. Es cierto que ha de atribuirse una gran parte a quienes opusie­ ron fórmulas menos rigurosas que San Agustín. Sin sus voces con­ tradictorias el pesimismo agustiniano habría hecho mella en las conciencias. La controversia dio como resultado un progreso no­ table de la teología de la gracia. Problemas no suficientemente es­ tudiados por el obispo de Hipona fueron replanteados, elementos demasiado fuertes de su concepción quedaron mitigados, y se llegó 56. Ib., 334. 57. Ib. 58. Después de los estudios de M. Cappuyns en Revue bénédictine 41 (1929) 156- 170, parece fuera de toda duda la paternidad del Indiculus a favor de Próspero de Aquitania. Su artículo lleva el título de L ’origine des Capitula Ps.-celestiniens con­ tre le semipelagianisme. 59. Indiculus gratiae. Dz. 142. 6 0 . M . Schmaus, Teología dogmática, V , M a d r id 1959. 263.

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