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LA V IA A N S E LM IA N A E N L A S OBRAS D E. 375 ser de todas la s c rea tu ra s mezcladas todas con el no-ser; pues todas éstas a sí mezcladas con el no-ser nos ind ican los modos de se r cond icionados, los cuales postu lan otro modo de ser como conditio sine qna non para ellos m ismos. E s te pensam iento se ex­ presa en el co rpus de la Quaestio secunda con toda cla rid ad con estas p a lab ra s: «D ivinam veritatem esse probat et conclud it omnis ve rita s et na tu ra crea ta , qu ia si est ens per p a rticip a tionem et ab a lio , est ens per essentiam ( ! ) et non ab alio» I6. A l p roponer la cuestión de si el S e r d ivino sea tan verdadero que su no-ser no se pueda pensar, Buena ven tu ra se refiere en p ri­ mer luga r a Anselmo el cual dice (y sigo citando al m ismo Doctor Se rá fico ): a ) «Deus secundum communem an im i conceptionem est quo n ih il m a ius cog ita ri potest»; b ) «sed m a iu s est quod non po- test cog ita ri non esse quam quod potest»; c ) «E rgo cum Deo n ih il m a ius cog ita ri po ssit, d iv inum esse ita est, quod non potest cogi­ ta ri non esse» 17. T rad u c id o esto al castellano podríamos fo rm u la r el argumento : a ) según una concepción común del e sp íritu , D ios es aquello en comparación del cua l nada m ayo r puede se r pensa­ do; b ) aho ra b ien, es m ayo r aquello que no puede conceb irse como no-existente, que aquello otro que puede ser concebido como ine xis­ tente; c ) po r tanto — como nada m ayo r que D ios puede se r pen­ sado— el S e r d ivino es ta l que no puede pensarse que no existe. Se pregunta si Buena ven tu ra ha captado bien la intención de­ m o stra tiva de Anselmo o s i la ha camb iado . E n el cap ítu lo segundo del Proslogion se encuen tran las tres p roposiciones citada s por Buenaven tu ra en esta fo rm a : a ) «D ios es aque llo , en comparación del cual nada m ayo r pue­ de ser pensado». Aqu í la c ita de Buenaven tu ra corresponde exac­ tamente a l texto anselm iano l8. b ) L a p roposición citada por Buenaven tu ra « E l no poder pen­ sarse el no-ser de algo re su lta m ayo r que poder pensarlo» se en­ cuen tra en el texto anselm iano de esta m ane ra : «Pues algo puede se r concebido en nuestra mente de lo cual no puede pensarse que no existe, lo que es evidentemente m ayo r que si su no-ser pud iera pensarse como posible» 19. c ) L a cita bonaven tu riana : «Po r consiguiente — como en com­ paración de D ios nada m ayo r puede ser pensado— el S e r d ivino es ta l que no puede pensarse que no existe», h a lla su correspon- 16. I, 155 A. 17. I, 153 A. 18. S . Aselmi Opera omnia, Proslogion, c. 2, ed. Schm itt, I, 101. 19. Ib., c. 3; I, 102.