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374 F R . ERHA RD -W . P L A T Z E C K , O .F.M . D ios no hay la m ín im a d istinción en tre potencia y acto , nada de posibilitas, nada de vanitas !3. De esta cuestión p rim e ra de la d istin c ió n octava de Buenaven ­ tu ra podemos a firm a r, que aqu í se nos ofrece un concepto im po r­ tante de D io s, cuya existencia además queda de suyo in c lu id a en el m ism o concepto. Antes de p asa r a la cuestión segunda de esta d istinc ión octava, la cua l nos in te resa especialmente, qu isie ra d irig ir la atención del lecto r al sign ificado p rop io de la p a lab ra «essentia» en el texto de Isid o ro de S e v illa , aducido por Ped ro Lom b a rdo , y respectivam en ­ te por Buena ven tu ra . No hay que o lv id a r que el té rm ino essentia no se de riva de un p a rtic ip io , como influentia de influens, sino ex­ trañam en te del in fin itivo esse. Q u in tilian o lo sab ía muy b ien, y p recisam en te po r esto censura esta fo rm ación de p a lab ra po r no se r la tin a 14. Lo s esco lásticos usaban a l lado de la p alab ra essentia el vocab lo entitas. E s ta s í fue fo rm ada del co rrespond ien te p a rti­ cip io ens, como el térm ino griego ousía del p a rtic ip io ón, ousa, ón. E s to y persuad ido de que en la c ita de B u en a ven tu ra : «So lus Deus vere est, cu iu s essentiae com pa ratum no strum esse non est» la exp resión «cu ius (es d e c ir: D e i) essen tia», como está en compara­ ción inm ed ia ta al «esse ( ! ) no strum » , no ha de tom arse como un concepto abstracto de esencia en sentido de una qu id ita s «defini­ ble», n i en sentido de un concepto u n iv e rsa l de esencia, sino en sentido de «essentia», que en p rim e r lug a r se re fie re al acto de ser que incluye inseparab lemente una esencia q u id ita tiv a , si fue ra líc i­ to h ab la r, refiriéndose a D ios, de una esencia q u id ita tiva , pues esa «qu id itas» no es po r nada «definible». Aho ra vamos a d irig ir nuestra atención a la Quaestio secunda de la d istin c ión octava : «S i el S e r d ivino es tan verdadero , que no pueda pensarse, que no exista» 15. Como ya sabemos lo que Buenaven tu ra entiende po r «verdad», podemos p regun ta r tam b ién : «S i el S e r d ivino es fundam en talm en ­ te tan au tén tico , que no puede pensarse, que no es o que no existe». L a exp resión «fundamentalmente auténtico», o sea, «fundam en tal­ mente verdadero» respecto a la verdad d ivina está filo lóg ica y re a l­ mente ju s tific ad a en v irtu d de la Quaestio prima, en la cua l se ha expuesto la oposición de la pu ra verdad d iv in a fren te al modo de 13. D. 8, p. 1, a. 1, q. 1; I, 151. 14. Q u in t ilia n o , Oratoria institutio, Lib. I I, c . 14, ed. F. D idot, P aris 1881, 69 B . y ya antes: S e n e ca , Epístola 58 ad Lucillium; cf. S . A g u s t ín , De civitate Dei, X I I, c . 2; B o e c io , De persona et de duabus naturis: P L 64, 1344 C . 15. C f. nota 7.