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384 F R . ERHA RD -W . P LA T Z H C K , O .F.M . p rim e ro de nuestra com un icación ), nos anuncia , que D ios existe; y en te rce r luga r expone que cada ser verdadero que existe tan se­ guramente que su no-ser no puede pensarse, es indudab lemente verdadero y que D ios sea de ta l m anera y p ro p ied ad 39. E n lo que atañe al cam ino p rim e ro , se tra ta de exposición de los deseos y a sp iraciones dela natu raleza del e sp íritu humano hacia la bondad, la sab idu ría , la fe licid ad y la paz. S i D ios no exis­ tiese, tales a sp iraciones p ro fund ísim as se quedarían fru strad a s des­ de un p rin c ip io . S in embargo, si uno se apoya exclusivam en te en tales demostraciones, se pod ría h ab la r fácilm en te de una p royec­ ción ilíc ita en la cua l ta l deseo por sí solo se ría el padre del pen­ sam iento. E l cam ino segundo es el ya mencionado ascenso de Buenaven ­ tu ra desde el ens posterius al ens prius et primissimum, desde el ens ab alio al ens a se. Mas nos inte resa aqu í solamente la exposición del te rce r cam i­ no en cuanto se tra ta de d ive rsas a lusiones b reves a la vía ansel- m iana . Buenaven tu ra antepone la p a lab ra de Anselmo m ism o : «Se­ ño r, te doy g racias, porque lo que hab ía creído antes por tu gracia lo entiendo ya en v irtu d de tu ilum in a c ió n , a saber si aho ra no qu isie ra cree r que tú existes, ya no pod ría no en tend e rlo »40. Siguen tres razones: En primer lugar se ponen pensam ientos sacados de los cap ítu ­ los 2, 4 y 15 del Proslogion de A n se lm o 41: «D ios es aquello en comparación de lo cual nada m ayo r puede ser pensado». «Luego aquello de que no puede pensarse que no existe, resu lta más verdadero que si puede pensarse [sim p lem en te ] que existe». «Po r consiguiente, si D ios es algo, en comparación del cual nada m ayo r puede ser pensado, entonces no se puede pensar que D ios no exista» . En segundo lugar se dice: « E l se r (ens), en comparación del cua l nada m ayo r puede ser pensado, es de tal n a tu ra le za , que no puede pensarse que no existe in se, pues si fuese sólo en lospensa­ m ien tos, ya no se ría el se r (ens), en comparacióndel cua l nada m ayo r puede se r pensado». «Po r consiguiente, si se p iensa que tal 39. Ib. V , 45 A. 40. Ib. V , 47 B ; cf. A n s e lm o , Proslogion, c. 4, Schm itt I, 104. 41. De mysterio Trinitatis, q. 1; V , 478. L os editores de Q uaracchi señalan Pros­ logion, c. 3, 4, 15 en vez del c. 3, yo d iría 2. En el c. 4 (ed. Schm itt I, 103) se en­ cuen tra solam ente la expresión : «si vere, immo quia vere...». E n el c. 5 está la ex­ presión «verax». En el c. 14 (Schm itt I, 1 1 1 ) se habla de la «veritas» de Dios. E n cam bio la tercera proposición de B uen aven tu ra correspon de aquí con el c. 15 del Proslogion de Anselm o (ed. Schm itt I, 112).

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