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356 JO S E IG N A C IO SARANYANA unas leyes ya descubiertas, debe ser desvelado en cuanto a su sen­ tido genérico o amplio46. c) Los modelos históricos i) El esquema de los seis días: las siete edades 47 Se apoya en el axioma: «séptima aetas currit cum sexta», que, como ya hemos comprobado al estudiar el «Breviloquio»48, era por los años primeros de su carrera intelectual (antes de 1257) su regla favorita de hermenéutica histórica. Su origen se remonta a la obra agustiniana49. Ofrecemos, seguidamente, el cuadro com­ pleto: 1 día ...Adán-Noé: infancia 2 día ...Noé-Abrahán: niñez 3 día ...Abrahán-David: adolescencia 4 día ...David-transmigración de Babilonia: juventud 5 día ...Transmigración-Nacimiento de Cristo: ancianidad 6 día ...Cristo-fin del mundo: vejez 7 día ...Descanso de las almas después de la Pasión de Cristo ...octava edad: Resurrección. En el anterior esquema, Buenaventura procede en base al rela­ to del Hexamerón bíblico, según el cual, el mundo fue creado por Dios en seis días, para descansar el séptimo. De ahí, pues, que la historia del mundo — conservación y consumación— pueda enten­ derse según siete grandes edades, paralelas al relato del Génesis. 46. Muy o tra y, por supuesto, m ucho m ás cau ta es la actitu d de Sto. T om ás: «quam vis status novi T estam enti in generali sit praefigu ratu s p er statum veteris T estam enti, non tam en oportet quod singula respon deant sin gu lis” (S. Th. Suppl., q. 77, a. 2, ad 3). C f. sobre este tem a: E . P e r e z G o r n e s , Relaciones entre la Antigua y la Nueva Ley, T esis de L icen ciatu ra, Facu ltad de T eología, Univer. de N avarra, Pam plona 1973; F. C a lo g e r o V e r r u s io , L ’epoca dello Spirito Santo. L'intervento di San Tommaso d ’Aquino nella polemica sulla «terza età», T esis D octoral, Facu ltad de T eología, Univer. de N avarra, Pam plona 1974. 47. C f. In Hexaem., X V , 12-18: Q. V , 400 a-b; D: Visio III, col. I I I , 173-174. 48. Brev., prol., § 2: O. V , 203 b; Brev., p. 2, c. 2: Q. V , 219 b -220 b y Brev., p. 6 , c. 3: Q. V , 267 a. 49. C f. J . R atzin ger, o . c., 13. E sta regla de interpretación de la S a g ra d a E s c ri­ tu ra era, p o r lo dem ás, m uy corrien te en el am biente de m ediados del siglo x m . Inclu so la adopta G uillerm o de Sain t Am our, fu ribu n do enem igo de los fran cisca­ nos y com batiente im pertérrito de los m ovim ientos jo aq u in itas. Cf. su célebre es­ crito : Tractatus brevis de periculis novissimorum temporum ex Scripturis sump- tus, ed. en Constanza en 1632, especialm en te las con sideracion es de la p. 37.

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