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274 CEFERIN0 MARTINEZ SANTAMARIA camente a su realidad formal. Este momento intrínseco y formal de la constitución de una cosa real, en virtud del cual cada cosa es «función » de las demás es, com o ya hemos dicho, la «respec- tividad». La respectividad es un carácter que concierne a «lo que» las cosas son en realidad, a su «talidad». A esta respectividad talita- tiva es a lo que Zubiri llama formalmente cosmos. Y esta respec­ tividad cósm ica tiene una precisa función: determinar en las cosas reales un m odo de ser reales qua reales. La respectividad en el orden (no de la talidad sino de la realidad en cuanto tal), es lo que Zubiri designa m undo. El m und o es la totalidad de las cosas reales. El c o sm o s , por el contrario, es la totalidad de las cosas en cuanto ta le s2I. En consecuencia, mundo y cosmos se diferencian. No se identifican ni formal ni materialmente. No formalmente, por­ que aunque el cosmos fuera distinto de com o es de hecho, el mun­ do sería el mismo que ahora es. No materialmente, porque podría haber muchos cosmos cósmicamente independientes entre sí, pero constituirían, en cierto modo, un solo mundo, ya que todos ellos coincidirían en ser reales. Es éste, en sentir de Zubiri, uno de los temas más graves de toda la metafísica. «Desde los tiempos de los griegos — escribe— , la filosofía llama al todo de las cosas reales 'mundo' o 'cosm os'. En mis cursos he expuesto un concepto dis­ tinto de mundo. Es mundo la unidad de todas las cosas reales 'en y p o r ’ su mero carácter de realidad, com o contradistinto al conte­ nido determinado de aquéllas; en cambio, la unidad de las cosas reales por razón de su contenido, esto es, por lo que ellas son, constituiría un 'co sm o s’ . Ambos conceptos son distintos in re; el 'm undo’ es siempre uno, pero puede haber muchas c o sm o s » 22. La «función » trascendental del cosm os — talidad— , en el orden de la realidad en cuanto tal, es determinar un mundo. ¿Cuál es el carácter de esta función? «La mundanidad es un momento o nota de la realidad de cada cosa qua real. No es nada estrictamente 'añad ido’ a la realidad de cada cosa, sino que se identifica in re con su realidad; y, sin embargo, es estrictamente propiedad o nota de lo real qua real: es su pura respectividad en el orden de la realidad en cuanto realidad. Por tanto, mundo es un carácter trascendental de la realidad en cuanto tal, y la ’función ’ del cosmos es, en su virtud, una función estrictamente trascendental»23. Fun­ 21. O. c„ 199-200. 22. O. c., 428-429. 23. O. c„ 429.