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270 CEFERINO MARTINEZ SANTAMARIA mía. «Desde antiguo lo que llamamos una cosa lo es precisamente por ser algo circunscrito y escindido de las demás. Lo que otorga a la cosa su carácter de tal es el cuadro de rasgos que la cons­ tituyen, eso que los griegos llamaron e id o s» }. Pero, además, estas cosas se hallan realmente vinculadas entre sí de una u otra forma. Este doble momento talitativo tiene una función trascendental; nos descubre dos aspectos de la estructura trascendental: 1) la estructura trascendental de cada cosa real en y por sí misma; 2) la estructura trascendental determinada por la vinculación de cada cosa con las demás. t. Bajo el primer aspecto tenemos la respectividad interna, «La unidad... — escribe Zubiri— no es algo ocu lto por ba jo de las notas, ni algo fuera de ellas, sino que es algo real tan sólo en ellas mismas; es su sistema mismo, su respectividad interna. Pues bien, la primariedad de la unidad no es la prioridad fontanal de unas notas sobre otras, sino la prioridad de la respectividad in­ terna sobre cada una de las notas respectivas»4. Presenta Zubiri el ejemp lo del reloj, respecto al cual la razón de ser de la rea­ lidad de cada pieza es la unidad estructural del reloj, su respecti­ vidad interna 5. Las notas esenciales, aunque infundadas, son solidarias e inter- dependientes entre sí. Ninguna puede darse sin todas las demás. «Por sí misma» cada nota está vertida a las demás «desde sí mis­ ma», es decir, ab in trín seco. Están «d e sd e sí m ism a s » determina­ das a formar unidad. La unidad es un carácter positivo de la rea­ lidad sustantiva6. Su interdependencia es un momento intrínseco a cada nota, por lo que está físicamente vertida a las demás, pero «de antemano». Es algo que por sí mismo en cada nota está de antemano reclamando a las demás. La síntesis es consecutiva de la unidad misma de la esencia, es «primaria» y no consecutiva a la síntesis de las notas 1. ¿Qué es esta versión intrínseca? «De suyo, versión es, en ge­ neral, una especie de relación entre dos o varios términos, según la cual uno de ellos está referido al otro y, por tanto, envuelve en 3. X. Z u b iri , Naturaleza , Historia, Dios, 5.a ed., Madrid 1963, 335. 5. Incluso tratándose de la respectividad externa, decía Zubiri en uno de sus cursos e insiste en ello en Sobre la esencia, «Dios ha creado el mundo en cuanto tal: la respectividad estructural de las cosas. Cada una de ellas haestadoprima­ riamente constituida en respectividad respecto de las demás» (335). 6 . Cf. o. c., 282-283. 7. O. c „ 284.