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LA FE , C AU S A FO RM A L DE LA J U S T IF IC A C IO N . 9 explícita en el Decreto, ni las alusiones aisladas y genéricas al tema pueden dar fundamento a tal interpretación, sobre todo si se toma en sentido exclusivo. Este m odo de proceder equivocado quizá ten­ ga su única explicación en el «ordo tractationis» del Decreto (ele­ mento com o puede imaginarse muy externo a la esencia misma de la doctrina) que, siguiendo un orden progresivo en el proceso sub­ jetivo de conversión del pecador adulto, habla ya de la fe en el ca­ pítulo referente al «modus praeparationis» Pero aun en este caso com o en todos donde aparece la palabra fe en el Decreto habría que determinar a través de un análisis riguroso a qué tipo de fe (formada o informe, acto o hábito) se refiere antes de catalogarle dentro de un género particular de causalidad. Ante el problema — «de loco dando fidei in causis iustificatio- nis»— por ahora sin resolver de manera satisfactoria, y a varios siglos de distancia de los debates tridentinos, me ha parecido inte­ resante el «reenganche» a una de las pistas de solución, apuntada en el mismo Concilio por Seripando: «d e las cu a tro cau sa s n o se h ace m e n ció n en la S agrad a E scritu ra y en los D o cto re s an tigu os de la Iglesia . D e b em o s, p o r con sig u ien te, re­ cu rrir a te ó lo g o s m ás recien tes, so b re to d o a S to. T om á s, qu e ha h a­ b la d o co n m ás cla rid a d so b re estas m a teria s» 1S. El consejo de Seripando fue seguido únicamente en parte. Se invocó, es cierto, la doctrina del Doctor Angélico en repetidas oca­ siones, pero tal com o se llevó el debate apareció claramente que no había unanimidad en la manera de leer e interpretar los textos aducidos del Sto. Doctor. Como afirmamos anteriormente nació un nuevo punto de interpretación tomista. ¿Cuál era en definitiva el pensamiento auténtico del Angélico? La referencia que hemos he­ cho al Decreto tridentino «de iustificatione» nos lleva a investigar la doctrina de Tomás de Aquino, ob je to expreso de nuestro estudio. lia divina, Roma 1946, 327-332; F lick -A lszeghy , El evangelio de la gracia divina, tracl. J. A. Paredes y R. Rincón, Salamanca 1965, 330-339. En esta última obra se apunta explícitamente el problema teológico que nos ocupa (cf. p. 350). 14. Se habla de la fe principalmente en el capítulo VI que lleva por título «Modus praeparationis». La referencia casi exclusiva de los teólogos postriden- tinos a este texto ha condicionado grandemente el hecho de que todos ellos ha­ blen de la fe com o «disposición» a la justificación. 15. C.T., V, 743.

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