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28 JE S U S M . LECEA fe, virtud cognoscitiva, es com o el primer paso hacia Dios. Del co ­ nocim iento el hombre, llevado por su prop io dinamismo, pasa a la acción; mediante la fe el hombre se abre al amor. Este abrirse espontáneo al amor desde la fe no es una actuación desde fuera, es decir la fe no actúa mediante la caridad c om o si se sirviera de un instrumento exterior a ella misma, sino desde su propia ra­ zón de ser, com o su propia forma o perfección 80. Ambas virtudes, integrada la una en la otra, constituyen un único principio formal en la vida sobrenatural. Prolongando hasta las últimas consecuencias la dimensión prác­ tica de la fe «quae per dilectionem operatur» 81, Sto. Tomás afirma expresamente que la fe es «form a» o perfección de las virtudes: «lum en est fo rm a c o lo ru m , in qu a n tum sunt v isib iles a ctu p e r lu cem , et sim ilite r fides est fo rm a virtu tum , in qu a n tum sunt a n o b is co g n o s- cib ile s: q u o d en im est v irtu o sum o co n tra virtu tem p e r fidem co g - n o s c im u s » 82. La fe es causa de discernimiento sobre lo que es virtuoso y so­ bre lo que no lo es por ser la virtud que «con o ce » el fin hacia el cual debe dirigirse el hombre por el ejercicio de las virtudes. La fe adquiere por ello un sentido de finalidad en cuanto muestra el hacia dónde ir y por referirse al fin es ya «form a» de todo acto voluntario que de ella p ro ced a 83. El «motus fidei» de la justifica­ ción es un acto voluntario y ya meritorio de la vida eterna; es el movimiento que ba jo la acción divina de la gracia conduce a la remisión del pecado y a la posesión de la justicia, elementos donde según Sto. Tomás está la esencia de la justificación. Luego pode­ mos conclu ir que la fe es en relación al fin conseguido (remisión del pecado-posesión de la justicia) causa formal de la justificación. Desde la sistematización teológica de las virtudes teologales, adoptada por Sto. Tomás, la referencia al fin en el obrar humano posee una doble vertiente: la operativa estrictamente dicha y la directiva. La primera corresponde en sentido riguroso a la caridad, 80. Cf. II-II, 23, 6 ad 2. 81. «Fides prim o et principaliter in speculatione consistit, inquantum scilicet inhaeret primae veritati. Sed quia prima veritas est etiam ult:mus finis, propter quem operamur, inde etiam est quod fides ad operationem se extendit; secun­ dum illud Gai., 5, 6: ’’fides per dilectionem operatur” » (II-II, 9, 3c. Cf. II-II, 83, 1; 4, 2 ad 3). 82. De caril., q. unica, a. 3 ad 11. 83. «In omnibus autem actibus voluntariis id quod est ex parte finis, est for- male» (ib. in Corp.).

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