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4 JE S U S M . LECEA licos y protestantes han rivalizado en seleccionar e interpretar los textos a favor de sus propias posiciones. Pero una exposición par­ cial provoca las más de las veces una réplica parcial. Es lo que su­ ced ió en épocas pasadas con la doctrina de la justificación por la f e 2. En nuestros días los «intereses teológicos» parecen gravitar sobre puntos nuevos en torno principalmente a los grandes temas cristológicos y eclesiológicos o sobre los planteamientos más re­ cientes de la moral. Por otra parte a la pérdida de mordiente teo­ lógico que han sufrido los temas en torno a la justificación se ha añadido la convicción , cada vez más generalizada y que cierra defi­ nitivamente el camino a los rebrotes de las pasadas polémicas, de que pueden ser eliminadas gran parte de las divergencias por me­ dio de una exposición equilibrada (no un com prom iso), y al mis­ mo tiempo profundamente teológicas. Esto último, bien mirado, más que un escollo a superar es un aliciente para animarse a con ­ seguir una comprensión y una formulación más completa, más ecuánime y más confluente del dato revelado. 1. U n d o b l e p u n t o d e p a r t id a Mi propósito no es esclarecer un punto de la antigua con tro­ versia católico-protestante sobre la doctrina de la justificación, sino más bien remontar la historia del pensamiento teológico has­ ta la época de Tomás de Aquino y, fijándome en este autor, desde allí proyectar nueva luz sobre el tema, tanto más cuando sabemos que la doctrina del Angélico fue empleada por unos y otros, acep­ tada o rechazada, com o arma contundente para defender las pro­ pias posiciones enfrentadas. Dada la amplitud del tema no intere­ sa mariposear por todas y cada una de sus partes; por ello me li­ mito a abordar exclusivamente el punto singular de la causalidad de la fe en la justificación. Toda la presente exposición quiere res­ ponder a la pregunta siguiente: partiendo de la doctrina de Sto. Tomás y apoyándonos en sus mismos presupuestos teológicos ¿pue­ de decirse que la fe es la causa formal de toda justificación sobre­ natural del hombre pecador? Antes de intentar dar una respuesta 2. Una exposición de la controversia católico-protestante sobre la justificación en J. R iviere , art. Justifica!ion en DTC, V III, 2192-2211. Una prueba reciente de la fuerza polém ica que ha acompañado el desarrollo teológico de estos temas fue la reacción de signo tan distinto que p rovocó la obra de H. K ueng , Rechtfer- tigung, Einsiedeln 1957; cf. F. R odríguez , Pareceres en torno a la doctrina de Barth sobre la justificación, en Est. Ecles. 37 (1962 ) 79-101. Una confrontación leal entre ambas teologías en Vocabulario ecuménico, Barcelona 1972: V. Vajta, Justificación en teología protestante, 105-123; J. H offmann , Justificación en teología católica, 124-139.

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