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LA F E , C AU S A FORM AL DE LA J U S T IF IC A C IO N . 15 más de Aquino considere com o tipo ideal de justificación la justi­ ficación «in instan ti»37. «C um ig itu r virtu s divina sit infinita, p o te st q u am cum q u e m a teriam cre a tam sú b ito d isp o n ere ad fo rm am : et m u lto m a gis lib e rum arbi- trium h om in is, cu iu s m o tu s p o te st esse in stantaneu s secu n d um natu- ram . S ic ig itu r iu stifica tio im p ii fit a D eo in in stan ti». «In e o d em in stanti in q u o fo rm a a cq u iritu r, in cip it res o p e ra ri se cu n ­ dum fo rm am : sicu t ignis statim cum est gen eratu s, m o v e tu r su rsum ; et si m otu s eiu s esset in stan tan eu s, in e o d em in statn ti com p le re tu r. M otu s au tem lib eri a rb itrii, qui est velle, n on est su ccesiv u s, sed in s­ tan tan eus. E t id e o non o p o r te t q u o d iu stifica tio im p ii sit s u c c e s iv a » 38. La justificación del pecador a nivel ideal y paradigmático en el que se coloca Sto. Tomás es «tota simul», instantánea. El caso de una justificación sucesiva, aunque es el caso más común, histórica­ mente hablando, dentro de su sistema doctrinal, no reviste más que una importancia secundaria; que pueda darse una etapa tem­ poralmente previa a la justificación com o preparación humana a la misma, aunque sea el caso más común en la conversión del hom ­ bre a Dios, no significa que sea algo esencial a todo el proceso: «non est de substantia iustificationis». Para Sto. Tomás la dispo­ sición perfecta a la justificación es ya parte integrante de la jus­ tificación misma, en cuanto es ya efecto de la infusión de la gracia. Esta tesis cambia mucho la perspectiva al tener que hablar de la fe com o elemento esencial de esa preparación, porque ya desde ahora podemos conclu ir que esa fe no desempeña únicamente la función de «disponer» la materia a recibir la forma, el hombre pe­ cador a recib ir la justicia divina, sino que es dentro de esa fe, fru­ to y efecto ya de la gracia y justicia de Dios, donde el hombre es justificado. Formalmente hablando no existe para Sto. Tomás más que una única preparación necesaria a la justificación y ésta se da simul­ táneamente a la infusión divina de la gracia en el mismo instante de la justificación. Esta es la preparación perfecta y «necesitans» según nuestro autor y que desde el punto de vista del hombre debe entenderse com o el consentimiento libre y responsable del hom ­ 37. I-II, 113, 7-8; 112, 2 ad 2; IV Sent. 5, 2, 2, 5 ad 1; d. 17, 1, 5, 3c; Ver. 26, 3 ad 12; 28, 3 ad 10, ad 19; 28, 9. 38. I II, 113, 7c et ad 4.

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