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302 BERN ARD INO G . DE ARM ELLADA el escándalo de là Cruz. La apertura humilde a la sorpresa nos hará encontrarnos ante Cristo y su mensaje sin ceder a la tenta ción de exigirle catalogaciones en un cientificismo impecable. La ponencia de Mondin daba por supuesto su librito en ita liano «Le Cristologie Moderne», en que describe muy someramente siete diversas direcciones en la interpretación de Cristo: teàndrica (Parente, Guardini), teocén trica (Barth, Brunner), existencialista (Bultmann, Tillich, Rahner), h istórica (Cullmann, Pannenberg, Marxsen), secu lar (Bonhoeffer, Robinson, van Burén, Schoonen- berg, Teilhard de Chardin), esca tològ ica (Moltmann, Braaten, Schi- llebeeckx), politica (Metz, Gutiérrez, Schaull). No se refirió toda vía al libro reciente de G. de Cardedal, Jesús de Nazaret, que po dría quizá calificarse de cristologia integradora, en el m ejor sen tido de la palabra. Valgan tres citas de la misma para advetir que sigue habiendo en teología caminos practicables y actuales: «El principio de interdependencia entre esperanza humana y respues ta de Cristo, entre antropología y cristologia, sólo permanece vá lido si la pregunta no condiciona y pone fronteras a la respuesta» (258). «Las predicaciones subsiguientes a la resurrección ..., las si tuaciones eclesiales que nos reflejan los escritos del NT cronoló gicamente ú ltim os... (constituyen) la historia del descubrimiento de un misterio, (y no) la historia de la creación de un m ito» (474). «El verdadero rigor del pensamiento y la verdadera actitud crí tica no residen en depotenciar la experiencia de Jesús y la expe riencia subsiguiente de la Iglesia, sino en ahondar en ella... Podrá ser aceptada o rechazada, pero lo que no podemos hacer es di solverla» (578). Puestos a echar de menos otras aportaciones notables a la Cris tologia posconciliar, valga citar el E s b o z o d e C ristolog ia sistem á tica de D. Wiederkehr (en la obra en colaboración M y s te r ium Sa- lu tis), donde se realiza un considerable esfuerzo por abrir paso a la comprensión dinámica y sintética de la fórmula estática y ana lítica de Calcedonia, poniendo de relieve la función dinámicamen te polarizadora y centrante de Jesucristo. Otro libro español que ha de contar es el de J. I. González Faus, La human idad nueva - E n sa y o de C ristologia , que, si bien falta alguna que otra vez a la seriedad, no deja de ser una obra seria. 7. Mcms. A. L óp e z Tru jillo, ob ispo auxiliar de Bogotá y secre tario general del CELAM, fue la figura más relevante en el interés de esta semana, al menos por el número de intervenciones. Su te mática («L a con feren cia de M edellin y la teología de la lib era c ión »,
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