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290 E N R IQU E R IVE R A DE VEN TO SA Al terminar de exponer el método gnoseológico de Zubiri en lo que tiene de más medular — no en toda su amplitud— pudiera ha cerse la pregunta de si se halla sólo en su acercamiento a las cosas, en la superación definitiva de cualquier gnoseología que arranque de los datos de la conciencia. Nos viene a la mente la actitud de Tomás de Aquino cuando afirma que para conocer al sujeto es ne cesario conocer antes al ob jeto. Es decir, que al análisis de la con ciencia debe preceder el análisis del ob jeto conocido. Pero Tomás de Aquino se detiene, com o en un último fundamento, en la verdad on tológica , cuyo dualismo, c o sa -con c ep to , es necesario rebasar, se gún Z u b ir i61. También viene a la mente el filósofo francés H. Bergson. Es in negable la cordial simpatía con que lo expone Z u b ir i62. Pero nos parece que hay algo más que mera simpatía en dicha exposición. Esta es resumida por P. Garagorri en estas breves líneas: «Berg son, difícil de resumirse en fórmula, cree que la filosofía consiste en el logro de una integración con el ’’hecho inmediatamente da d o ” ; por tanto, en un efectivo "saber de la realidad” 63. Estas lí neas, leídas sin prevención nos hablan de un acercamiento entre ambos pensadores. Quede aquí com o tema futuro. Hay otro tercer pensador con el que hemos visto dialogar a Zu biri. Es Heidegger. Advertimos ya la radical escisión entre ambos. Pero si damos de mano a la distinta concepción del ser, com o a b so lu to en Heidegger, y com o r e sp e c tiv o en Zubiri, pensamos que cuando Heidegger subraya la llamada del ser, nos parece o ir al mismo Zubiri. Sobre todo al decirnos aquél que la palabra — das W o r t — es siempre ya una respuesta — die Antxvort — . ¿N o seríá ésta la m ejor traducción a fórmula lingüística de la concepción zubiriana de la verdad real, anterior a la misma verdad o n to ló g ica ? Cuando la mente toma conciencia de saber, ¿ este saber no es ya una respuesta a la presencia de la cosa real que se ha apoderado de la mente? Me permito ya dejar en estos momentos la respuesta al lector M. til. S in neg ar p ro fu n d a s d iferen cias que un estu d io c o m p a ra tiv o debe a c la ra r e n tre la gnoseología de S an to Tom ás y de Z u b iri, este tex to del d o c to r m ed ieval ab re el cam in o a los análisis de Z u b iri sobre la m isión de la inteligencia: «Jtidi- citun in tellectu s est de re secundum quod est; cognoscitur au tem ab in lle c tu se- cu n d um quod in te lle ctu s re íle c titu r su pra ac tum su um , non solum secundum quod cognoscit ac tum suum , sed secundum quod cognoscit p ro p o rtio n em e.jus ad rem » (De Veritate, I, 9c.). Los subrayados nuestros a p u n tan a punto s de co n tacto con la gnoseología zu b iria n a . 62. Cinco lecciones de Filosofía, 2.a ed., M a d rid 1970, 163-212. 63. O. c„ 127. 64. P ara este tem a en M . H eid egger, cf. Unterwegs zur Sprache, T iib in g e n 1959. Y a lo h abía in iciad o en Holzwege, F ra n k fu rt 1950.
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