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en nuestra mente una cuarta m etá fora que el filósofo señala pero que no nombra com o tal: es la metáfora de la inm ersión o su ­ m ersión . Esta metáfora sensibiliza aún más nuestro problema si recor­ damos al popular s om o rm u jo , presto siempre a sum e rg ir se en el agua. La enciclopedia Un iversitas nos muestra en una ilustración al pollo del somormu jo. De él se hace este breve comentario: «O jo avizor, pues son muy listos, espera el momento prop icio de bu­ cear» 51. Nos parece que la metáfora de la sum ersión , sensibilizada en el somormu jo, nos puede decir mucho de la concepción zubiriana so­ bre la verdad real. Cuando ésta tiene lugar, la intelección no viene a ser más que la mera actualización de la cosa en la mente. Con un atrevimiento que va más allá del realismo clásico de la verdad on tològ ica , Zubiri niega que en esta actualización se dé con form i­ dad alguna que implique la dualidad de c on c ep to y cosa . Esta dua­ lidad contiene necesariamente dos términos. Y en la verdad real, osa decir Zubiri, no hay dos términos sino uno sólo: la cosa real actualizada p o r la in telección . Admite, con todo, Zubiri dos condiciones de este único térmi­ no, la cosa real: la condición de ser una realidad en sí, propia; y la condición de ser una realidad actualizada en la mente. Estas dos condiciones forman una especie de dualidad intrínseca de la cosa real en el momento de ser inteligida, Pero con esto de particular: que la cond ición segunda consiste formal y constitutivamente en sum erg irn o s en la prim era52. La metáfora de la sum ersión y del som o rm u jo , o jo avizor, para echarse al agua, vienen de nuevo a j a mente, al aire de los textos zubirianos. En efecto; al tener lugar la intelección de la verdad real, la in­ teligencia está inm ersa en la cosa. Y con ello, la cosa queda com o ratificada en su propia realidad. De aquí la definición resuntiva de verdad real que nos da Zubiri y que en este momento nos parece cargada de sentido: «En la intelección, pues, la cosa real está, com o digo, ratificada en y por sí misma en su propia realidad. Y en esto consiste justamente lo que yo llamo verdad real: la verdad real consiste en ser en y por sí misma reduplicativa y formalmente lo ya se es. La verdad real no es realidad a secas, sino «verdad» 53. Y es 51. Universitas, B arce lo n a 1948, X I , 114. 52. SE, 117. 53. SE, 118. E L METODO GN O SEO LOG ICO DE Z U B I R I ... 287

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