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F. DE VILLALPANDO , PROTAGONISTA. 193 En Castilla se reunían también los frailes para elegir Superio­ res. Francisco de Villalpando fue puesto al frente de la custodia de Madrid. La división del vasto territorio provincial en tres cus­ todias o distritos (Toledo, Madrid y Valladolid) con sus conventos y religiosos, presididos por el C u s to d io , databa de 1747, año en que Benedicto X IV la estableció a petición de los castellanos mediante el Breve A po sto lica e caritatis, del 24 de julio, documento llamado luego por ello familiarmente la Tripartita 71. Esto ocurría en octubre, mes en que tradicionalmente se cele­ braban los Capítulos Provinciales en Castilla. VII Unos meses antes, y coincidiendo con la estancia en Roma del P. Bustillo, el que había bloqueado el éxito del texto de Villalpan­ do en su Provincia, cosechó éste uno de los triunfos más grandes de su vida. Fue para él un acontecim iento que lo sacaba del rango de persona cuasi privada. Ya .con su Curso filosófico había .alcan­ zado una cierta importancia nacional, en una causa a la que, se sentía. íntimamente vocado. En el prólogordedicatoria del tercer tomo del m ismo al Consejo de Castilla dejaba transparentar su afán de colaborar a la obra de regeneración de España que, según él, se estaba realizando ba jo Carlos III. Los ideales reformistas del Consejo de Castilla, especialmente respecto de los Estudios, coin ­ cidían de pleno con los del prop io Villalpando, que sumaba gozo­ samente sus energías al m ejor logro de los mismos. Por este m o­ tivo, y tal vez por influjo de alguna recomendación que descono­ cemos, se repitió, esta vez del lado del Rey, suprema autoridad en la nación, lo que pocos años antes había tenido lugar de parte de la suprema en la Orden, o sea, la elección del P. Francisco para una misión especial, que consagraba su anterior y privile­ giado estatuto com o religioso e incluso lo daba un carácter na­ cional. El 24 de jun io de 1782 el cronista de la Provincia registraba aquel hecho singular ba jo este epígrafe, tal vez sin paralelo en el siglo y medio de datos que cubre el V irida rio : «Carta del Mi­ nistro de Estado». El cronista no la transcribe, sino que extracta su contenido, y añade que el original «para con todos los papeles 77. Cf. M elchor de Poblaüura, L os Frailes Menores Capuchinos en Castilla, M a­ drid 1946, 152 s.; Lexicón Capuccinum, co l. 483 ss.; Erario divino..., III, 260.

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