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202 GERMAN ZAMORA Aunque Villalpando no consigne el nombre del artista, sábese que esa famosa pintura era obra de Francisco de Goya. El asunto de la misma — la Encarnación— aludía al denominativo titular de la Provincia de Castilla. También llamaba la atención el taber­ náculo, descrito por el M em o ria l literario de aquellos días com o de forma de media naranja, sostenida por pilastras y ocho colum ­ nas de orden compuesto, «sobre las que se apoyan otros tantos niños con atributos de la sagrada Pasión, rematando con una fi­ gura de la Resurrección», obra del escultor D. Vicente Rudiez. Y, por último, una imagen al natural del Bto. Lorenzo de Brindis, «última producción del célebre D. Juan Pascual de Mena, Director ordinario y general que fue por su profesión de la Real Academia de San Fernando», com o se expresaba el Memorial-, el predicador consideraba al santo com o la piedra angular y fundamento de aquella casa y de toda la Provincia capuchina de Castilla, con sus ramificaciones dentro y fuera de España: por verle ahora colo­ cado en una hornacina del frontispicio del nuevo retablo daba por dichosa la ruina del antiguo, «arrebatado de la devoción que pro­ feso a este nuevo Beato». Esas y otras excelencias, en que, según él, sobresalía el gusto más fino, le impulsaban a proclamar aquel templo com o «m odelo para las obras de esta clase que se hagan en lo sucesivo» 91. IX En repetidas ocasiones protestó oficialmente Villalpando su vo­ luntad de no participar en las tareas del gobierno de la Provincia, a fin de poderse dedicar más de lleno a las com isiones que el Estado le encom endara92. A pesar de ello, en 1784 se leconfiaba, com o queda dicho, la función de asesor del Padre Provincial ba jo el título de Definidor. Este cargo de consejero oficial podía pa­ recer sin excesivas complicaciones, y, además, muy idóneo para 91. Sermón que con motivo del ntievo altar mayor construido en la iglesia de S. Antonio del Prado de Padres Capuchinos, de Madrid, por la devoción de los Excmos. Señores Duques de Medinaceli, predicó el día de la Concepción de N." Señora el R. P. Fr. Francisco de Villalpando, Ex-Lector de Teología, y Difi- nidor de dicho Convento, M adrid 1786, 48. Puede verse tam bién en el Ensayo de oraciones sagradas, I, M adrid 1787, 230-280. Cf. Memorial literario, V II (feb re ­ ro 1786) 215; Viridario..., 574. S ob re el ideal estético de V illalp an d o, el n eoclásico, baste este aserto: «E n p ocas palabras: la sum a y p e rfección del A rte con siste en im itar a la naturaleza» (Ordenaciones y estatutos para el colegio..., 21 , y en su Philosophia, II, 49 nt.). 92. AHS, G racia y Justicia, leg. 644; AHN , E stado, leg. 3022, 2.

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