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SOBRE LA F ILOSOFIA DE ZUB IR I 129 (que incluiría una determinada toma de posición semántica)» (pá­ gina 440). Los puntos principales del problema son los siguientes. Zubiri rechaza com o camino de acceso a lo real el aristotélico de la defi­ nición lógica; frente a él, propone la realidad primaria de lo indi­ vidual, pero no indica el instrumento conceptual de acceso a esa individualidad (p. 441). La misma deficiencia se observa en la au­ sencia de un fundamento suficiente para distinguir lo «constituyen­ te» y lo «adventicio» (p. 442). El concepto de «respectividad» que­ da insuficientemente esclarecido, sobre todo visto desde la suficien­ cia constitucional, por su carácter sólo sugerente y excesivamente metafórico (pp. 445-446, 448, 449). En realidad, se trata de modula­ ciones de una deficiencia de base: «Esto es precisamente lo inquie­ tante: ¿n o era preciso señalar cóm o se puede ir a la realidad para averiguar en ella misma lo que es la esencia? ¿Qué clase de camino es ése?» (p. 451). Montero subraya la importancia de la afirmación zubiriana de la esencia com o respectividad real, frente a tanto ver­ balismo hoy de moda; pero lo que él juzga endeblez gnoseológica puede ahogar ese valor conduciendo a un «realismo dogmático» poco convincente. Considero que este trabajo es un intento serio, que ha buscado entender a Zubiri, que no silencia ningún texto conscientemente si puede ser esclarecedor. Si la dificultad revelada es o no real, si in­ cide de hecho en la contextura del pensamiento de Zubiri, es cues­ tión que no me siento con fuerzas para resolver. Quede constancia de la rectitud de la intención y que el método es perfectamente válido en orden a un conocim iento serio de Zubiri. A lfonso López Quintás es uno de los pocos que repetidas veces han roto el silencio sobre Zubiri. Quizá por ello, su trabajo «La metafísica de X. Zubiri y su proyección al futuro» (pp. 457-476) ofrece poca novedad sobre sus tratamientos anteriores 10. El tema del presente estudio podría compendiarse en estas palabras: «La tarea de toda su vida (de Zubiri) consistió en ampliar la ratio rea- litatis lo suficiente para acoger en ella las vertientes que el pensa­ miento contemporáneo había ido penosamente descubriendo sin acertar a incorporarlas con el debido rigor al concepto vigente de realidad » (p. 458). Para verificar esto, habría que saber previamen­ te cuáles son las vertientes del pensamiento contemporáneo a que se refiere; el autor, en el estilo de sus numerosos escritos, las re­ sume en diez, de un m odo que me parece harto contestable. Luego 10. C f. especialmente su Filosofía española contemporánea. M adrid 1970, 196-272. 9

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