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LA F ILOSOFIA DE LA RELIG ION EN KARL JASPERS 105 Así, a partir de una reflexión sobre la técnica, la política y el poder, Jaspers se vuelve, com o ya hemos dicho, hacia la religión. Pero no para someterse a ella, sino para invitarla a que, junto con la filosofía, ambas sean com o una cifra que recuerde al hombre la Trascendencia de Dios. Porque en la perspectiva del filósofo sólo el pensamiento de la Trascendencia puede curar el ansia des­ medida de poder. En resumen, la hermandad entre el pensamiento religioso de Jaspers y su pensamiento político, tales y com o ellos se expresan en las dos obras anteriormente citadas, se encuentra en una reflexión sobre el poder humano. Pero, ¿es que acaso el ansia de poder no es una forma disfrazada del deseo sin fin de la Trascendencia? Jaspers es un pensador que quisiera que el hombre escuchara a la Trascendencia. Sin embargo, lo que nuestro autor propone a la religión, y que ya hemos considerado, nos parece ser demasiado violento para ella 16; ya que para llegar a esta religiosidad cifrada, permítasenos la expresión, el cristianismo deberá pasar por la más honda trans­ formación de su historia; mucho más honda que todas las que sus m ísticos han exigido a través de los siglos: de lo que aquí se trata es del rechazo de Jesús com o el Señor de la historia. Es verdad, Jaspers tiene a la vista el desenvolvimiento de al­ gunos movimientos del protestantismo liberal. El espera de este hecho h istórico la próxima evolución del cristianismo. La teología liberal protestante le permite pensar que hay posibilidades reales para una tal evolución. De nuestra parte, no nos hemos propuesto aquí el cortar el nudo gordiano, sino exponer simplemente el pensamiento de Jaspers. Para terminar, la obra filosófica del pensador de la cifra con ­ tiene innumerables paradojas, que no podemos analizar aquí, fal­ tos de tiempo y de espacio. Sin embargo, sean cuales fueren esas paradojas, com o ha dicho un amigo de Jaspers: «Jaspers selbst ist eine Gestalt der Philosophiegeschichte g ew o rd en »l7. Lo que significa que, en la rememoración infinita de las grandes figuras filosóficas, tenemos que aceptar también la con frontación y el combate, si fuera necesario, con este paladín de la existencia sin­ gular: Karl Jaspers. M a r io C a s a ñ a s Louvain 16. Si nos situam os en el p u n to de vista del creyente. 17. H . Saner, Karl Jaspers in der Diskussion, P iper 1973, 7.

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