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104 MARIO CASAÑAS momentos nuestro filósofo parece declararse cristiano; por ejem plo, cuando discutiendo hipotéticamente con un teólogo, él dice: «El teólogo afirma que nadie que no pertenezca a la Iglesia puede interpretar la Biblia, pero yo respondo: ¡ nadie tiene derecho a expulsarme de la casa de mis antepasados! » B. A nuestro enten der es aquí, a partir de esta defensa de la libre interpretación laica de la Biblia, donde se encuentra una de las claves para inter pretar la posición de Jaspers con respecto a la religión. ¿P o r que quién puede interpretar la Biblia fuera de la Iglesia, sino el hombre libre, pensante, encarnado en la figura del filóso fo? Y ¿qu é será la Biblia y la religión que de ella surge sino un inmenso con junto de cifras, que nos hablan de nuestro destino tanto personal com o colectivo? Lo que Jaspers quiere, en definitiva, com o él mismo lo ha dicho tantas veces, es una religión sin la creencia en la divinidad de Cristo. Así, los sacramentos, el culto, y la lectura de la Biblia pasarían a ser un lugar de unión y de recogim iento ante la en globante de la Trascendencia. Sin embargo, paradójicamente Jaspers ha buscado, sobre to do después de la segunda guerra, el contacto con la religión. ¿P o r qué esta búsqueda? El pensador ve el mundo actual envuelto en una serie de transformaciones, que muchas veces son contradic torias. Así, por ejemp lo, el auge de la técnica amenaza con vaciar al hombre de su substancia espiritual. El filósofo de Heidelberg se vuelve entonces hacia la hermana enemiga, la religión, y le propone u*i plan de salvamento en común. Algo así com o una unión para salvar lo esencial ante el peligro; y lo esencial es la relación con la Trascendencia. No es necesario decir que la técnica no es en sí misma dañina; só lo que su mal uso puede conducir a la deshumanización; y quizás a la destrucción final, en una catástrofe atómica. Es más, dos de los últimos grandes libros de Jaspers, aquél sobre la b om ba atómica 14, y aquél sobre la religión 1S, tienen algo en común. Porque la lectura del libro sobre el problema atóm ico da la im presión de ser una reflexión sobre el ansia de poder humano; el cual encuentra una culminación en la fuerza técnica, cuyo máximo exponente es la potencia atómica. Aquél que posee la bomba, di ríamos nosotros, posee el poder. De tal forma que la reflexión política de Jaspers parece agudizarse ante este hecho decisivo. 13. O. c., 53. N uestras tradu ccion es n o son literales. 14. Die Atombombe und die Zukunft des Menschen, P iper 1958. 15. Ver nota 12.
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