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98 A. HAUSEN que la vio com o cómplice de Satán. El haber dado excesiva impor­ tancia a esa interpretación, resultado de su desligamiento del con ­ texto b íb lico, permitió explotar en un estilo no exento de ironía el tema de Job y su mu jer a autores com o Díaz de Aux y el del «Plus grand malheur d ’un honnête homme». Bajo títulos cuyo énfasis re­ cae, en un caso sobre la mujer, y en otro sobre el marido, llegan aquellos a la misma conclusión, provocada por la repulsiva con ­ ducta de la esposa: la mala suerte del pobre Job, que ba jo la plu­ ma del francés se generaliza y extiende a cualquier marido fraca­ sado. Barrida del recuerdo la tradición judeo-morisca, iba a perma­ necer la figuración de esta mujer com o sinónimo de la esposa in­ humana tanto tiempo cuanto permaneciera aferrada a los Santos Padres la interpretación de la Biblia. Cortadas hoy amarras nueva­ mente de esa tradición, con el retorno a los textos mismos, se va despejando p o co a p o co el cam ino para re-interpretar el pasaje de Job II, 9 s., y tal vez redescubrir en aquella mu jer una esposa ena­ morada de su m a r id o35 — pero que, b a jo diferente punto de vista, tampoco dejará de convertírsele en tentación A . H a u s e n Satamanca-Koln 35. D e este p rob lem a se ocu p a m in u ciosam en te N. F eters en Das Buch Job, M ün ster 1928, 4, 28 ss. Cf. tam bién R . G ordis, The Book of God and Man. A Study of Job, C hicago an d L on d on 1966, 10 s. 36. C f. L. A lon so Schókel y J. Luz Ojeda, Job, M adrid 1971, 25: «L a m u je r está tentando al m a rid o, p on ién d ose de su parte con tra D ios: en el fo n d o es cariñ o al m arid o y rebeldía fren te al D ios cru el». El significado d e la tentación se p on e aún m ás de relieve a causa del re cíp ro co am or de los esp osos, p o rq u e entonces Job p u ed e verse en la situación con flictiva de tener qu e p ron u n cia rse o p o r la esp osa fiel o p o r el D ios in com pren sible. V éase, a ese p ro p ó sito , P eters, Job, 29.