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F. DE VILLALPANDO, PROTAGONISTA. 35 de gran interés, como la cripta de la santa y las tumbas de Wamba y Recesvinto; la iglesia estaba decorada con pinturas de Francisco Ricci, Alonso Cano, Tristán y Juan de Toledo; era de real patro­ nato, en su capilla mayor sólo podían ser enterradas personas de regia alcurnia, y comunicaba directamente con el frontero alcázar, desde el cual se abrían dos tribunas a la iglesia para el servicio de la Corte cuando transitaba por Toledo 59. Residiendo en ese convento de santa Leocadia, le ocurrió un li­ gero conflicto con el superior del mismo y con el Lector, al parecer, por oponerse él y otros religiosos de la comunidad a ciertos encar­ gos confiados a los Estudiantes, como el de enviarles «a pedir el agosto», que juzgaban improcedentes. Se comisionó para investigar el caso al célebre P. Francisco de Ajofrín, que no tardaría en dar otras pruebas de enemistad contra Villalpando; se formalizó la de­ lación; intervino D. Manuel de Roda, y la sentencia fue adversa al Maestro de Estudiantes y sus afectos60. El 8 de mayo de 1772 tuvo lugar un nuevo trasiego de Cursantes, que repercutió en los «teólogos» toledanos; los establecidos en el de El Pardo habían concluido la carrera, y aquéllos fueron trasla­ dados al Real Sitio, tras quince meses de estancia en la ciudad del Tajo. Al término del Curso escolar de aquel año, la danza en el cambio de textos se reanudó, tras breve pausa: el de Bernardo de Bolonia suplantaba a todos, al de Dupasquier para la Filosofía y al de Char- mes para la Moral. Fue Bernardo de Bolonia (o Bononia) un in­ signe bibliógrafo, al que se debe, además de una B ib lio theca scrip - to rum O rd in is Capuccino rum (1747) y numerosos escritos bíblicos y canónicos, una In s titu tio Ph ilosoph ica praem ittenda Theologiae (1766), con sus correspondientes Instituciones teológicas61. El sub­ título que puso a su obra filosófica revela por sí solo la orientación de su pensamiento, montado sobre una línea aristotélico-escotista y, a la vez, modernizante. Nervio del mismo pretende ser la doc­ trina de Duns Escoto, cuya Metafísica lucha por cohonestar con la Física de los modernos, pues está no sólo convencido de la necesi­ 59. Cf. Buenaventura de Carrocera, o . c., 174-178. 60. Viridario..., 463 y 473. 61. Institutio philosophica praemittenda theologiae, nunc Aristotelis et Jo. Duns Scoti acumine structa, nunc recentioribus considerationibus aucta, semper autem naturae lumine parta. Auctore F. Bernardo A. Bononia, Capuccino, Venetiis 1766; Institutio theologica juxta omnia fidei dogmata, et Doctoris Subtilis scholastico ñer­ vo instructa, Venetiis 1766, 3 tomos. Sobre su orientación doctrinal puede verse H. Borak, Scientia nova et philosophia restaurata apud Bernardum a Bologna, en Laurentianum 5 (1964) 120-147; Id., o . c. supra, 153; y el Lexicón Capuccinum, col. 207.