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34 G E R M A N Z A M O R A libro de texto en muchas escuelas católicas durante más de un siglo, no sólo dentro de su Orden, sino incluso en centros universitarios, com o atestigua su edición matritense de 1848 y su adopción oficial en España por el Plan de Estudios de 1845 «tamquam textus et dux disciplinarum» 57. De aparición relativamente reciente respecto de aquellas décadas (la suplantada del «Brisacense» databa de 1689, primera edición), el capuchino francés entrelaza en su teología mu­ chas cuestiones filosóficas, para cuya solución recurre con frecuen­ cia a la filosofía moderna, sobre todo cartesiana, com o en el pro­ blema del origen de las ideas. Su Curso sufrió, sin embargo, inter­ polaciones de orientación lockeana, declarando falazmente el c o ­ rrector que se trataba de una teología «iuxta S. Augustini princi­ pia», y apelando, en realidad, a la autoridad de Antonio Genovesi, el célebre profesor napolitano que tanto influirá en la filosofía aca­ démica de la segunda mitad del siglo, y nominalmente en la del prop io V illa lpando5S. Ya utilizaran éste y su colega la versión original, o la interpo­ lada, lo cierto es que su adopción significaba en ambos casos un viraje importante, al que aquéllos no debieron de ser ajenos. El in jerto del empirismo lockeano en el racionalismo de Descartes, o m ejor, la suplantación de éste por aquél, delata exactamente el fenómeno operado en la conciencia europea de mediados de siglo, al reemplazarse, en general, la Física y Filosofía cartesianas por doctrinas de Newton y de Locke. Si se reconstruyeran los hechos a base de la Ph ilosoph ia del Padre Villalpando, habría que decir que la edición de Charmes por él manejada fue la sedicente iuxta principia S. Augustin i (o , más exactamente, de John Locke). A mediados de enero de 1771 la cond ición transhumante de los Estatutos en la Provincia capuchina de las dos Castillas los trans­ firió de Valladolid a Toledo. El motivo fue no solamente la vacante que esta ciudad brindaba, sino «el estar el convento de Valladolid bastante empeñado». En la decaída urbe imperial tenían los Capu­ chinos un importante convento, ba jo el título de su patrona ecle­ siástica, santa Leocadia; en él se conservaban restos arqueológicos 57. Theologia universa ad usum S. Theologiae candidatorum, auctore R. P. Tho- mae ex Charmes..., variis aucta digressionibus, ex optimis magistris depromptis, a Doct. D. Antonino Monescillo, Cathedrae Theologiae Pastoralis, pro Universitate Toletana olim legatione fungente. Editio prima hispanica, octava veneta duce, Ma- triti 1848. Según A. de Palazuelo (o. c., 278) el texto de Charmes siguió en uso entre los capuchinos castellanos, para la Dogmática, todavía en el primer cuarto del siglo xx. 58. Cf. H. Borak, o . c ., 151-152. Para una ampliación bibliográfica sobre el autor, ver Lexicón Capuccinum, art. «Thomas a Charmes».

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