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28 G E R M A N Z A M O R A forma, deshaciendo luego las dificultades lanzadas por sus contrin­ cantes 4é. La cuestión preferida por su rival no rondaba menos que la an­ terior la esfera de las sutilezas escolásticas, contra las que luego abominará el prop io Villalpando en su Ph ilosoph ia. Disertó sobre la existencia del «ente ficticio de razón», que negó. Acabado el «round» filosófico, se iniciaba el teológico, en el mis­ mo orden, es decir, comenzando el más joven de los candidatos al título de Maestro. El autor del cron icón que transmite estas noti­ cias, describe en estos términos la escaramuza teológica que siguió: «El día 7 (de mayo) tomó puntos en Teología el Padre Fray Fran­ cisco de Villalpando, y de los tres piques que le dieron eligió en uno la cuestión U trum grada efficax p rou t cfficax con sista t in vir- tu te q u a d am ...» , etc., y la resolvió com o unos años antes lo había hecho el Maestro cesante, es decir, valiéndose de la ciencia m ed ia47. Como se ve, este problema hervía a la sazón, pues se reitera una y otra vez; pero era también fruto de un árbol a punto de ser ta­ lado por real hachazo en aquellos mismos días. Villalpando seguirá, no obstante, fiel a esa doctrina, y la defenderá en su texto filosófico, dando con ello pábulo a sus delatores. También su más ceñido rival había optado por un problema des- pejable apelando a la ciencia media —el conocim iento divino de los futuros contingentes condicionados. Si completamos el muestrario de la temática oposional con los asuntos desarrollados por los otros dos concursantes (las segundas intenciones com o ob je to de la Lógica, la distinción que media entre la relación, su fundamento y su término, el «lumen gloriae» y su función en cuanto principio operativo, y, por último, el motivo de la Encarnación) y, además, comparamos las respuestas dadas a los piques respectivos, saltan a la vista no menos que el rígido tradicio­ nalismo de la problemática, el rebuscamiento de cuestiúnculas, la busca de las mismas siempre dentro del inmenso repertorio esco­ lástico, y el eclecticismo doctrinal, pues las soluciones apuntadas se reparten entre casi todos los sistemas en boga dentro del pensa­ miento católico oficial: tomistas, escotistas, molinistas... Estas pruebas se tomaban con calma, pues duraron del 3 al 12 de mayo. En este día se recogieron los votos de los jueces del con ­ curso, los cuales declararon que, «según los ejercicios, cada uno de los opositores es muy sapiente, bien que el Padre Fray Francisco 46. Viridario..., f. 422. 47. Ib.

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