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24 GERMAN ZAMORA para entender algo de Física moderna, y los cuatro libros «D e m un ­ do, c o e lo et e lem e n tis »; en el tercero, los dos libros D e gen era tione e t co rru p tion e, los cuatro D e m eteo ris, los tres D e anima y la M e ­ tafísica. En la orientación doctrinal, el decreto P rovidu s qu isqu e se man­ tenía fiel a la tradición de la Orden, amiga de san Buenaventura con preferencia sobre cualquier otro pensador escolástico, aunque se permitía la enseñanza de Escoto, a falta de libros sobre el pri­ mero. Le estaba vedado al profesor guiarse por el prop io talante, o seguir las opiniones de la Filosofía moderna, las cuales debía, por otra parte, explicar, refutándolas o exponiendo sus pros y sus con ­ tras. Se establecían cuatro horas de clase diarias, o un m ínimo de tres, ejercicios o disputas públicas anuales, y se restablecía el anti­ guo rigor de los exámenes, a los que los estudiantes debían some­ terse al final del primer año (Lógica y Retórica) y al término del tercero (Física y M eta física )40. También se regulaba la duración de las vacaciones; los superio­ res de Castilla la adaptaron delimitando las de verano entre las fies­ tas de san Buenaventura y san Francisco. Más importante fue la acomodación introducida por aquéllos, relativa al autor o texto que debía seguirse en la enseñanza de la Filosofía. Sirviéndose de la facultad de utilizar obras impresas, decidieron se continuara con «nuestro Gervasio y sus sentencias, y así se proseguirá leyendo por este autor sin novedad» 41. Para nuestro biografiado quería esto decir que, por segunda vez, tendría que vérselas con la escolástica. Se ignora cuáles fueran por entonces sus sentimientos al respecto. Pero más tarde recordará, no sin amargura, que, com o nacido en España, la única filosofía a que había tenido acceso en sus años de formación había sido la peripatética, y ésta, durante dos trienios. «Si el P. Jacquier hubiera nacido en España, pasado su primera juventud, como yo, en una de nuestras universidades que se dicen mayores, estudiados dos trienios, y enseñado otros tantos, la filo­ 40. M elchor de P obladura , Litterae circulares..., I. c. 41. A ndrés de P alazuelo , I. c., 267-271, donde se encuentra el texto de la promul­ gación del Decreto por el Provincial de Castilla y sus adaptaciones. Acerca de G er ­ vasio de B reisach y su texto filosófico y teológico (Cursus philosophicus brevi ac clara methodo in tres tomulos distributus, Solodori 1687, 1697, 1732 y Coloniae 1699, 1711, 1734; Cursus theologicus brevi et clara methodo in tres partes et sex tomulos distributus..., Solodori 1689-1691), cf. H. B orak , Influxus Philosophiae Modernae in scriptores Capuccinos, en Miscellanea Melchor de Pobladura II, Romae 1964, 142-169; Id., Lexicón Capuccinum, Romae 1951, col. 682.

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