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20 G E R M A N Z A M O R A fue mortal; vivió aún bastante, entregado a su vida hidalga, rehu­ yendo el trabajo servil, practicando la equitación y la caza, y cui­ dando de sus muchas posesiones en la Tierra de Campos. Su hija mayor casó en San Cebrián de Castro, y la menor entraría de reli­ giosa en el convento de las Bernardas de Benavente. El padre D. Ale­ jandro de Soto sobrevivió hasta 1764, mandándose enterrar en la capilla mayor de la iglesia de Gordoncillo. Apenas fallecido, se le­ vantó acta notarial de sus bienes, que fueron valorados en 32.973 reales de vellón, correspondiendo 20.000 de ellos a los aportados p o r su mu jer al matrimonio. Las deudas (7.561 reales) se llevaron buena parte del remanente (10.973), con lo que a las dos hijas he­ rederas les quedó una porción tan menguada que para pagarse la dote monástica la menor de ellas, hubo de recurrirse a la genero­ sidad del r e y 30. Disuelta la familia, retornó la viuda a Villalpando, donde su vida se prolongó hasta el 31 de enero de 1779, fecha en que fue víctima, com o lo había sido su progenitora, «de un acci­ dente perlático, que de repente, o en pocas horas, le quitó la vida». Fue sepultada, al igual que sus mayores, en la capilla de San Ilde­ fonso de la iglesia de San Pedro, panteón de los Abastas31. III El único h ijo varón, sin embargo, se había alejado del hogar mucho tiempo antes del que corresponde a estos últimos aconteci­ mientos. Es posible que pasara en su casa los años 1756-1757. El haber elegido Cánones com o especialidad universitaria pudiera ser leve indicio de su temprana orientación hacia una carrera eclesiás­ tica. Llegado a los 18 años, hubo de contestarse el cartesiano qu od vita e se c ta b o r iter, y optó por ingresar en religión. Se puso en con ­ tacto con los Capuchinos, a los que tal vez hubiera frecuentado du­ rante su período estudiantil de Valladolid, y el 9 de abril de 1758 tomaba su hábito en el noviciado salmantino de la Orden, emitien­ do su profesión en la misma fecha del año sigu iente32. El convento 30. AHL, Protocolos, leg. 2.897, f. 54. 31. Archivos parroquiales de Gordoncillo, Libro 2.° de defunciones, f. 45, y de Villalpando, Libro de difuntos, que comienza este año de 1725..., f. 57. AHL, Proto­ colos, leg. 510. 32. B uenaventura de C iudad R odrigo , Estadística general de la Provincia de Frai­ les Menores Capuchinos de Castilla (1609-1909), Salamanca 1910; los escuetos datos

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