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16 G E R M A N Z A M O R A El examen de latinidad equivalía al examen de ingreso, por ser el latín la lengua científica; su aprobación se equiparaba a la pri­ mera matrícula. El examinador no sólo sondeaba los conocim ien­ tos del aspirante, sino que — al menos en la Universidad de Va­ lladolid— dejaba por escrito algún rasgo saliente de su fisionomía, que bastara para identificarlo. Gracias a esa práctica poseemos hoy un gráfico retrato literario de aquel adolescente, cuyos trazos per­ durarían en él probablemente a lo largo de su vida, con la misma firmeza que los de su autógrafo juvenil, rasgueado en un documen­ to oficial de su puño y letra por primera vez al año siguiente. El 21 de abril de 1754 posaba ante la mirada escrutadora del Dr. José Martínez, catedrático examinador de la Universidad, el cual sondeó sus conocim ientos «preuniversitarios», lo calificó y delineó, con pincelada tan escueta com o eficaz, el carnet de iden­ tidad del nuevo matriculado: «Examiné y aprobé para oír Facultad en esta Universidad a D. Fer­ nando Soto y Abastas, natural de Villalpando, diócesis de León, de edad de catorce años, pelo rojo, ojos algo garzos y con una cicatriz en la frente. Valladolid y abril 21 de 1754 »23. Con este acto quedaba adm itido a la Facultad por él elegida — Derecho Canónico— y se le conmutaban por Cursos de esa Fa­ cultad los tres que traía aprobados en Filosofía. Los Estudios Generales de Valladolid estaban regulados por sus Estatutos primitivos, o «de Latín», completados por los de Carlos V en 1541, o «de Romance», declarando, añadiendo, menguando y enmendando los primeros. El número 147 de los Estatutos de ro ­ mance establecía los requisitos para poder bachillerarse en Artes: poseer tres Cursos de las mismas hechos en tres años o mayor parte de ellos, «uno en Súmulas, y otro en Lógica, y otro en Filo­ sofía. Y sea obligado los años que oyere Lógica y Filosofía de oír a los catedráticos en propiedad. Y, si no los oyere, que n o haya Cursos ni para grados ni para voto. Y después lea diez lecciones, según de iuso se estatuye, las cinco en Súmulas y Lógica, y las otras cinco en Filosofía» 24. Sospechamos que, si Fernando renunció al grado de bachiller en Artes, se debiera a faltarle la asistencia a cátedras de propiedad, 23. AUV, leg. 371, n. 329. El atestante, P. José Martínez, de los Clérigos Menores, había recibido grados mayores en Teología en 1752 (Ib., L. 229, ff. 23 ss.). 24. Cf. M. A lcocer M artínez , Historia de la Universidad de Valladolid, Vallado- lid 1918-1931.

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