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F . D E V IL L A L P A N D O , P R O T A G O N IS T A . 13 Consta que estudió tres Cursos de Artes, sin que se sepa exacta­ mente dónde. En el Catastro del Marqués de la Ensenada cristalizó un rasgo fugaz relativo a la familia y ciertas pistas que permiten conjeturar dónde proseguiría sus estudios el joven Fernando Soto. El libro dedicado a «las cabezas de casa de la villa de Cordon­ cillo, familia de cada una y más individuos seglares que se ha­ llaron en e lla ...», describe escuetamente: «D. Alejandro de Soto. Del Estado de H ijos Dalgo. Casado. De edad de cincuenta años. Tiene un h ijo menor de los diez y ocho llamado Fernando, y dos h ijos. No tiene o ficio» 1S. La edad del muchacho era, en realidad, de 12 años. Y la des­ cripción , leída a la luz de otras similares, indica que aún vivía en la casa paterna. Pues en caso contrario, habría expresado dónde se hallaba, según el procedim iento usual en tales autos. Así, leemos en ellos acerca de otras familias del lugar: «José Blanco Cedrún. Del Es­ tado General. Casado, de edad de 46 años, tiene 5 h ijos, los cinco varones, que son Fernando, entrado en los 18 años, Manuel, José, Antonio y Vicente, menores de los 18. Y los referidos Fernando y Manuel se hallan estudiando Artes en la ciudad de Palencia, y el expresado José la Gramática en Villagarcía». De D. Miguel Gascón se anota que tiene 8 h ijos, «...llam ado uno Luis, estudiante en la villa de Valderas» ,6. Aunque a la sazón Fernando de Soto morara todavía con sus padres, muy pronto, tal vez aquel m ismo año de 1752, hubo de abandonar Gordoncillo y matricularse en Artes en algún centro ofi­ cial: sólo le separaba un bienio de su ingreso en la Universidad de Valladolid y para esta fecha tenía ya tres cursos de Artes apro­ bados. ¿D ónde? Palencia, Villagarcía, Valderas, el Colegio de San Ambrosio de Valladolid ..., cualquiera de ellos pudo abrirle sus puertas, si bien pensamos que la probabilidad se inclina por los últimos. El Colegio de San Mateo, en Valderas, estaba dotado de «cáte­ dras» o escuelas de primeras letras, latinidad y «humanidad», filo­ sofía y teología moral,, y tenía por fin «la instrucción de los hijos de la villa y de sus cercan ías que, sin alejarse de sus padres y casas, y con unos gastos y dispendios muy moderados, podrán con- 15. Ib., Libro 1.° de confirmados (1744-1889), f. 1 v. AHL, Catastro del Marques de la Ensenada, leg. 2.171, ff. 20 y 32. 16. AHL, leg. citado, ff. 1 y 2.

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