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E. RIVERA DE VENTOSA 445 esto en modo alguno puede decirse de Santo Tomás, quien ha distin­ guido netamente entre el ser temporal sensible y el ser total. M. J. C harlesworth analizó el lenguaje religioso de Santo Tomás, subrayando la ambigüedad terminológica, que hace imposible un ra­ zonamiento preciso y riguroso sobre Dios. Con el lenguaje religioso no tan sólo se expresa una concepción sobre la realidad trascenden­ te, sino también una actitud del hombre respecto de Dios. Ahora bien, todo ello exige unos análisis semánticos en los que resta casi todo por hacer. C. G iacon puntualizó con detenimiento las sustanciales diferen­ cias que separan a Santo Tomás de los pensadores griegos y árabes, que anticiparon muchas de sus ideas pero que no lograron una sínte­ sis del camino mental que sigue el hombre para llegar al ser abso­ luto y trascendente. * # * En la sexta sesión general se estudió el tema del hombre. N. Luyten justificó el que Santo Tomás, debido a las exigencias de su teología, haya estudiado en la Summa Theologica, antes a los espíritus y al alma que al cuerpo. Ello no implica dualismo ninguno, que es algo muy ajeno al pensamiento tomista, que realizó una sín­ tesis de platonismo y aristotelismo en su antropología. A. V ergote confrontó la tendencia actual de las ciencias del hombre, que estudian las leyes del comportamiento humano, con la tesis tomista del voluntario y de la libertad, implicada en el mismo. Y después de valorar las grandes aportaciones del psicoanálisis al conocimiento del hombre, hizo ver cómo el determinismo psíquico y el psicoanálisis no contradicen la libertad sino que vienen a ser un elemento complementario de la misma. A. C aturelli , de la universidad de Córdoba (Argentina) insistió en la necesidad de volver al tomismo en el estudio de las relaciones del alma y del cuerpo, eliminando radicalmente toda tendencia a sustantivizar uno de los componentes del compuesto humano. Ni el determinismo materialista ni el espiritualismo platónico son capa­ ces de dar razón de la rica estructura humana, tan completa y uni­ taria. El Cardenal de Cracovia, K. W ojtyla , se detuvo a examinar la compleja autodeterminación del hombre, en la cual tiene lugar un enlace entre lo que el hombre es y lo que el hombre debe ser. Es algo peculiar al hombre el que pueda actuar su propia decisión.

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