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MANUEL DIAZ ALVARES, 4 3 7 sus ideas políticas y se hostiga continuamente a muchos sin que se haga público. Se alegan supuestos conflictos entre religión y políti­ ca. La pastoral de la Iglesia no puede estar divorciada de la política, entendida ésta como los procesos por constituir una sociedad justa. Si por política se entiende esto, dichos sacerdotes y m inistros han actuado correctamente, por cuanto han luchado por identificarse con la justicia del pueblo” '5. También en Puerto Rico los obispos son acusados por sus sacer­ dotes de hablar mucho sobre el estado de injusticias y dominaciones imperante, pero de inutilizar su labor en la práctica al no emprender nada concreto para elim inarlas, ni al tomar compromiso como Igle­ sia. “ Los obispos se proclaman solidarios con “ los problemas de to ­ dos los puertorriqueños y sus posibles soluciones” . Sin embargo, tan pronto algún sacerdote demuestre solidaridad, se ve coartado en sus esfuerzos, criticado, puesto al oprobio público, sin que tenga oportu­ nidad de defenderse en un foro inmediato y no tan lejano y tradi­ cionalmente tardío como el actual recurso “ en devolutivo” a R om a ” M. A pesar de la situación ambigua del episcopado, Puerto Rico cuenta con grupos sacerdotales muy inteligentes y, por lo mismo, cuestionadores. De ellos están naciendo las protestas públicas y las peticiones urgentes de justicia. Conclusión No hemos citado expresamente a varias naciones de Latinoam é­ rica por creer que sus movim ientos coinciden con los de las descritas o por estar empezando ahora el período de concientización. En Uru­ guay, por ejemplo, hubo una reunión de Obispos, sacerdotes y reli­ giosos de la Diócesis de Salto. Mons. Carlos Parteli se mostró en ton ­ ces muy claro ante las posibles opciones socio-políticas de la Iglesia. Asim ismo el actual arzobispo de Montevideo es criticado por secto­ res de la vida política al considerarle dentro de una línea de fuerte en ju iciam iento de la sociedad reinante. En Panam á el secuestro del Padre Gallegos dio origen a una 65. Nadoc, n. 225 (octubre 6/71). 66 . El Imparcial (agosto 16/71), periódico editado en la capital del país.