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MANUEL DIAZ ALVAREZ 419 campos de la a cción e cle sia l h a n encon trado desprevenidos a m u ­ chos obispos. De a h i la ten sión en tre ellos y sus sacerdotes, m á s c a ­ pacitado s a veces p a ra la comp rensión de los problem as y la a c tiv i­ dad pa sto ra l concreta. S in embargo, cada d ía son m ás los prelados que van descubriendo la s d im ensiones de su m isión p ro fètica. E s necesario co n sta ta r que son los obispos residen tes en la s re ­ giones m ás m íse ra s y subde sa rro lladas los que con m ás ene rg ía han denunciado la s in ju s tic ia s existentes. H an logrado in clu so g raves c risis en la s fu e rza s económ icas y po lítica s de sus países. Eso les h a traído la persecución y de tracción no sólo por parte de los in te re s a ­ dos, sino tam b ién de los grupos m ás conservado res de la Ig le sia. E n todos, sin embargo, en los laico s, sacerdo tes y obispos la o rien ta ción h a c ia la denun cia y el combate activo por la ju s tic ia p a ­ rece se r algo cada d ía m ás común 22. 4. Tarea de co n c ien tiza ción . E n M edellín se d ijo que el se rvicio de la po lítica no e staba con fre cu e n cia al servicio del bien común, sino a favo r de in tereses p a r­ ticu la re s. Po r ese motivo el C E L A M cree que es n e ce sa ria la creación de un a con cien cia p o lítica que haga “im p rescind ib le la acción edu­ cado ra de la Ig le sia , con objeto de que los cristian o s consideren su p a rtic ip a c ió n en la v id a po lítica de la Nación como un deber de con ­ c ie n cia y como el e je rcicio de la ca rid ad en su sen tido m á s noble y eficaz p a ra la v ida de la com un idad ” 23. L a m ism a C o n fe re n c ia exho rta a in teg ra r en toda p a sto ra l de con ju to la co n cien tiza ción po lítica de la s m a sa s popu lares (cam p e ­ sinos y trab a jado re s, clero, religiosos y fun cion a rio s). E n un sem in a ­ rio organizado por los m ejo res teólogos y p a sto ra lista s la tin o am e ­ rican o s se revisó la situ a ción po lítica de g ran parte del con tinen te y se vio que, por lo general, el sen tido p a rtid ista favo recía in tereses p a rticu la re s. “De a h í que la a cció n p o lítica en Am é rica la tin a re ­ qu iera hoy la tom a de con cien cia , o rgan ización y acción de los que padecen opresión. E sto es lo que llam am o s civ iliza c ió n p o lítica o “po­ litiz a c ió n ”. E s ta no tiene siem p re por cau ce los partido s po líticos — aunque muy h ab itu a lm en te sea a si— , sino que tam b ién se expresa 22. Liberación, 42. 23. Docum en tos , “Conclusiones...”, n. 30.

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