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360 LA TRIPLE FUNCION SACERDOTAL EN EL N . T. persona divina, pero tiene al mismo tiempo rasgos de gran humani­ dad, que la hacen accesible a los hombres. 2.") Lo segundo, por lo que toca a la función que desempeña es­ te Pontífice, su oficio es “ en favor de los hombres en las cosas tocan­ tes a Dios” (Heb 5,1), ofreciendo dones y sacrificios por los peca­ dos (ibid) y, además, compadeciéndose de los ignorantes y desvia­ dos (5,2). Ofreció también en los días de su vida terrena ruegos y súplicas con poderoso clamor y lágrimas (5,7); y aprendió la obe­ diencia por las cosas que padeció y, perfeccionado, vino a ser para todos los que le obedecen causa de salud eterna, proclamado por Dios Pontífice según el orden de Melquisedec” (5,9s). La función mediadora de este Sacerdote queda, pues, recalcada, tanto por lo que toca a la persona del sacerdote, como por lo que se refiere a las funciones que desempeña. Este sacerdocio de Cristo, que se afirmará tantas veces en Heb, se presenta como muy superior al sacerdocio Levítico (4,14-7,28). Lo primero, por la persona que lo desempeña y que acaba de pre­ sentar. Lo segundo, por las excelencias con que lo desempeñó. 3.°) El sacerdocio según el orden de Melquisedec, esto es, según el tipo que ofrece Melquisedec, por la manera como se pre­ senta este personaje en la Escritura, ocupa una parte central en la descripción del sacerdocio de Cristo (Heb 7, 1-28). Melquisedec, personaje misterioso, que por su nombre quie­ re decir “ Rey de justicia” y por ser rey de Salem quiere decir “ Rey de Paz” , era “ sacerdote del Dios Altísimo” que en la mente del autor del Génesis es “ el Creador del Cielo y de la tierra” (Gen 14, 19; cf. v. 22). El Dios altísimo es una manera usual entre los israe­ litas de designar al único Dios verdadero (cf. Gen 14,18-20; Núm 24,16; Dt 32,8; Sal 7, 18; 49,14; 56,3; 77,35; Le 1,32.76). Y nos pare­ ce claro aquí el pensamiento de la Biblia y en particular del autor de Heb, aunque algunos afirmen que la denominación de “Altísi­ mo” en la época preisraelita correspondía a una divinidad amo- rrea ,2. Lo que ahora nos interesa es que Melquisedec, el sacerdote del Dios Altísimo, es según Heb el tipo de Cristo Sacerdote: 12. C f. J. Lewy, Les tex tes paleo-assy riens, en Rev. d’Hist. des reli­ gions (1934) 60-62; R. Dussaud, Ibid. (1933) 11; (1934) 62. Citados por C. Spicq, L’Épître aux Hébreux, 2,182.

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