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3 5 6 LA TRIPLE FUNCION SACERDOTAL EN EL N . T. os llamó de las tinieblas. Dos funciones, la del sacrificio espiritual, y la del “ Kerygma” de los prodigios obrados por Dios, que en su grado se consideran también propias de todos los que participan del sacerdocio de Jesucristo. Porque estas víctimas espirituales se dicen ser aceptables a Dios por medio de Jesucristo (1 Pe 2,5), y los cristianos se dicen ser sacerdocio regio para anunciar los prodigios de Dios, precisa­ mente por estar edificados en la piedra angular (1 Pe 2,5ss), Jesu­ cristo. Por esto ese sacerdocio común de todos los fieles lo deben a la incorporación a Cristo Sacerdote. También el Apocalipsis recuerda que Jesucristo es el que "nos ha hecho reino, sacerdotes para el Dios y Padre suyo” (Apoc 1,6; cf. 5, 9s; 20,6). En Jesucristo está, pues, la razón de este sacerdo­ cio; porque el sacerdocio del N.T. es una participación en el sacer­ docio de Jesucristo. La denominación de “ sacerdote” sólo se encuentra aplicada de una manera general a losministros deCristo a partir de San Cipriano1, aunque es verdad que Polícrates, obispo de Efeso hacia el a. 200, llama hiereús a San Juan Evangelista, según nos atesti­ gua Eusebio2. Tertuliano habla también (ca. 200) de los sacerdotalia muñe­ ra, que los herejes obligan a realizar a loslaicos3, y del officium sacerdotale que no concede (ca. 206) a la mujer en la Iglesia*. Y 1. “ ...p e rfic ie t d ivin a protectio,. u t Dom inus qui sacerdotes sibi in ecclesia sua eiigere et constituere d ign atu r, electos quoque et constituios sua volún tate atque o p itu lation e tu e a tu r...” . San C ipriano, Epist. 48,4,2 (M a d rid , BAC, 1964) 506. O tros pasajes del m ismo San C ip riano : “ ...post episcopatum ... de Dei, qui sacerdotes fa c it, vo lú n ta te susceptum ...” (Epist. 55, 9, 1; ibid. 527); “Christus, qui sacerdotes au t constitu it, aut p ro teg it (Epist. 59, 6 , 2; ibid. 570); “ ...te honore gem inato in ecclesiae suae adm in istration e confessorem p a rite r et sacerdotem cons titu it d iv i­ n a d ign atio ” (Epist. 61, 1, 1; ibid. 592); “qui Christo non cred it sacerdo­ tem facien ti, postea credere in c ip ie t sacerdotem v in d ic a n ti” (Epist. 66 , 10, 1; ibid. 630); etc. San C ip riano aplica el té rm in o sacerdos a los obis­ pos 72 veces. C f. M . G uerra Gómez, Problemática del sacdrdocio m iniste­ rial en las primeras comunidades cristianas, en Teología del sacerdocio I. Orientaciones metodológicas (Burgos 1969) 13. 2. “Ioannes, qui in sinu D om in i recubuit, qui e tiam sacerdos (íspsÚQ) fu it et lam in am p o rta v it”, Hist. eccl. 5,24,2, PG 20,493. C f. la in te rp re ta ­ ción de San Jerónimo y de R u fin o en PG 20, 494s. 3. Y no a los obispos y diáconos, a quienes corresponderían De praescriptione haereticorum 41, PL 2, 56. 4. De virginibus velandis 9, PL 2. 950.

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