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VICENTE MUÑIZ 335 “Todo lo mío es tuyo y lo tuyo mío” (Jn., 17,10). Evangelio de San Mateo: EH: del Padre había aprendido: “Todo cuanto atares en la tie­ rra será atado en el cielo” (Mt., 16,19). DN: “Yo soy bueno” (Mt., 20,15). Hechos de los Apóstoles: EH: les mandó “ no apartarse de Jerusalén, sino esperar la promesa del Padre, que de Mí habéis escuchado” (Act., 1, 4). Apóstol Santiago: CH: “Todo buen don y toda dádiva perfecta viene de arriba, desciende del Padre de las luces” (Sant., 1,17). Salmos: DN: "Si mandas tu espíritu, se recrían y así renuevas la faz de la tierra” (Sal., 103,30). Se encuentra también en CH una cita neotestamentaria del evangelio de San Juan, sin hacer alusión exprofeso a ella. Se trata de las palabras de Jesús a sus apóstoles: “ lo que he oído a mi Pa­ dre, os lo he dado a conocer” (Jn., 15,15). Fórmulas trinitarias. Bajo la expresión fórmula trinitaria, se entiende en nuestro es­ tudio todos los pasajes en que el CD nos ofrece una alusión concre­ ta a las tres Personas de la Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Con ello, se precisa que se da en el CD otra diversidad de contex­ tos en que ocurre una sola de las Personas divinas. O también, dos. Estos últimos contextos se han utilizado, principalmente, a la hora de explicitar los atributos que competen a cada Persona divina de modo irreciprocable con las demás. Por orden de aparición en el CD, las fórmulas trinitarias se dis­ tribuyen del siguiente modo: EH 44lc: IlaTép con ’ Iyjaoüc y Ilvsü¡ia 484a ” 512d ” 512c ”

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