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260 SAN BUENAVENTURA DESDE DENTRO como otra Ester, interpela confiadamente la congregación de tus pobres para que a los que engendraste como madre y alimentaste como nodriza, defiendas también ahora poderosa y justamente co­ mo reina” Culmina este sublime alegato con un apostrofe a la segunda Ester, la Virgen María, más elevada que la misma Iglesia. A ella se vuelve e! santo para decirla: “Y tú, dignísima Reina del mundo, de­ fensora de los pobres y abogada de los humildes, mucho más ele­ vada que Ester sobre los pueblos, levántate por los clamores de tu Mardoqueo, esto es, de Francisco, para que te dignes rogar al Rey a fin de que esclarezca y conserve con tus sagrados ejemplos y méritos a estos pobres que han querido ser semejantes a ti” 85. Esto es ciertamente una excelsa apología, una defensa del ideal franciscano. Pero no dudamos afirmar que nos hallamos igual­ mente ante una de esas situaciones-límites en las que las almas desvelan su conciencia ante sí y ante los demás. ¿Cómo se nos muestra en este instante la conciencia de San Buenaventura? Nos parece que el título de este apartado lo resume. Se nos muestra co­ mo conciencia vigilante. C. Defensor de la “sapientia christiana” ante el primer intento de secularización. Se han estudiado detenidamente las luchas doctrinales del si­ glo XIII. Pero no siempre se ha visto bien su radical novedad. De­ bajo de tales luchas hay que percibir el primer intento de seculari­ zar el pensamiento cristiano, vigente durante siglos. El averroísmo latino, el sistema filosófico que patrocina las nuevas ¡deas, quiere volver a una concepción naturalista y, en gran parte, precristiana M. Esta mentalidad quiso apoyarse en la filosofía de Aristóteles' que, indudablemente, contenía elementos valiosos y perennes. El pensamiento cristiano medieval no dudó en asimilar sin reparo ta- 84. Apología, c. X I , 16 ; t.V III, p. 315 b 85 Apología, C. X I , 1 7 ; t.V I I I , p. 315-31 6. 86. P a r a u n e s tu d io g e n e ra l d e l te m a , c o n la b ib lio g r a f ía f u n d a ­ m e n ta l, v é a se G . F r a il e , Historia de la Filosofía (B .A .C .)., M a d r id , 1960; t.II, c .X V I I : El arístotelismo heterodoxo, p. 1061-1074. E s te estudio* pese a su deseo d e o b je tiv id a d , e s tu d ia la lu c h a d e sd e la te n s ió n t o m is t a - a v e - r r o ís t a . L a a c t it u d f r a n c is c a n a q u e d a a lg o m a r g in a d a . L a b ib lio g r a f ía f r a n c is c a n a q u e ire m o s d a n d o c o m p le ta la in ic ia l d e G . F r a ile .

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