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ENRIQUE RIVERA DE VENTOSA 2 5 7 mo Evangelio. Cincuenta años más tarde, los maestros de la Uni­ versidad de París declaraban en nombre del mismo Evangelio que la vida del ideal franciscano era ilícita, irrealizable y peligrosa. No es este el lugar de volver a referir lo sabido sobre los ava- tares de esta polémica. Baste decir que san Buenaventura, ya de joven, salió a la lucha intelectual y en sus Quaestiones disputatae de perfectione evangélica puso la base intelectual de la defensa del ideal franciscano Desde nuestro propósito de presentarle como conciencia vigi­ lante debemos advertir que la polémica llega a su momento álgido hacia el 1270, según ya dijimos. En este año el jefe de la lucha an­ tifranciscana es Gerardo de Abbeville, canónigo de Amiens, quien radicaliza la actitud de su maestro, Guillermo de Saint-Amour, con denado por Alejandro IV y desterrado por el pío rey de Francia, Luis IX. Gerardo escribió un libro con este título: Contra adversa- rium perlectionis christianae. Este adversario no es san Buenaven­ tura sino el franciscano inglés Tomás de York, que había escrito a su vez, contra el maestro de Gerardo, Guillermo de Saint-Amour. El escrito de Gerardo era agresivo en lo personal y destructor en lo ideológico. San Buenaventura es General de la Orden en aquella circuns­ tancia. Ello motiva que su conciencia, siempre en vela ante los mo­ vimientos ideológicos de su tiempo, se ponga en máxima tensión ante el ataque a uno de los grandes ideales de su vida: el ideal franciscano. De nuevo podemos hablar de una situación-limite o momento de plenitud. Hora de luz y de irradiación. Fruto de esta irradiación es su obra, Apología pauperum. Brota ella como surti­ dor impetuoso del fondo de su conciencia78. En el prólogo se encara con la situación, que resume en estas palabras: “ Estos últimos días, cuando con más evidente claridad brillaba el fulgor de la verdad evangélica — no podemos referirlo 77. P . G r a t i e n , o.c., p. 245; a firm a y re p ite L a z a r o de A s p u r z , o.c., p. 74, que sa n B u e n a v e n t u r a re s p o n d ió a G u ille r m o de S a in t - A m o u r en su Quaestio de paupertate. E s to n o es e x a c to s in o e n c u a n to u n a d e la s c u a tro Quaestiones disputatae. la se g u n d a , t r a t a De paupertate. Cí. Quaestiones disputatae . de p erfection e evangelica ; f. V , p. 117-198. Quaestio II. De paupertate, p. 124-166. L a s im p le p a g in a c ió n a d v ie r te la im p o r t a n c ia de e sta c u e s tió n a la q u e se d a m á s e s p a c io que a la s tre s re s ta n te s . 78. Apologia pauperum, con tra calumniatorem ; t .V I I I , p. 233-330.

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