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204 LA IMAGEN DE SAN FRANCISCO TAL COMO. una expresión: Im a g o C h ris ti C r u c if ix i Por eso el hecho de la es tigm atización , al que ded ica todo el cap ítu lo X III, es la cu lm ina ­ ción de esa sem e janza con el Salvado r c rucificado . D icho cap ítu ­ lo se concluye con un bello apostro fe del b ióg rafo al perfecto im i­ tado r de Cristo que ha llegado a la meta. Y trae a la m em o ria las s ie t e a p a ric io n e s d e la c ru z d e C ris to , que han sido como otros tantos ja lones en esa m archa ascendente: 1) la visión p rim era del pa lac io lleno de arm as m a rcadas con la cruz; 2 ) al p rincipio de su conversión, la visión del C ruc ificado que siguió al vencim ien to con el leproso y quedó fuertem en te impresa en su alma; 3 ) la del C ruc ifijo de San Dam ián , dándo le la orden de repa ra r la iglesia; 4 ) ad e lan tad a ya la vida de seguim iento de Cristo, la que tuvo fray S ilvestre de la cruz inmensa que salía de la boca del santo; 5 ) la de fray Pacífico , que vio dos espadas resp landecien tes, en forma de cruz, sobre la persona de Francisco; 6 ) la de fray Mo- naldo, m ientras el sermón de san Antonio, al cap ítu lo , sobre el rótulo de la cruz; 7 ) finalm en te, ya al térm ino de la vida, la del serafín que hizo de él im agen viva y exac ta del C ruc ificado en el monte A lv e rn ia 97. La estigm atización fue, an te todo, una tra n s fo rm a ció n en C ris­ to C ru c ific a d o 98, la señal externa de la transfo rm ación m ística in te­ rior. En Francisco se h ab ía rea lizado la expe rienc ia de san Pablo, de sentirse c la v a d o c o n C ris to en la c ru z . Una transfo rm ación que tiene como efecto un nuevo ena rdec im ien to del am o r en acción , ese am o r que qu ie re hace r conoce r al am ado y que renueva en él la inqu ietud por vo lver a los primeros fervores de! seguim iento de Cristo 99. Francisco , llevando en su cuerpo las llagas de! Salvado r, es para el doctor seráfico, p o rta e sta n d a rte d e C ris to ; “C risto le en tre ­ gó su es tandarte, esto es, la señal del C ru c ific ado ” T Ostenta las a rm a s del Rey altísimo , es C h ris ti a rm ig e r, que lleva como señal de nob leza el escudo de arm as de su Seño r en su p ropia c a r n e 101. 96. L M , P ro l. 2. 97. L M , X I I I , 10. L a m ism a síntesis de la v id a de F ra n c is co en el ap énd ice De miraculis, I, 1. 98. Sermo II de s. Francisco-, Opera omnia, I X . 580. 99. LM , X IV , 1. 100. Sermo V de s. Francisco-, Opera omnia, I X , 593. 101. L M . X I I I , 9; Sermo de Translationes. Francisci, 2; Operaom­ nia, I X , 535; Epist. de sandaliis apostolorum, 11; Opera omnia, V I I I , 38¡). Este opúsculo no es seguro que sea de san B u e n a v e n tu ra .

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