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LAZARO IRIARTE DE ASPURZ 201 e lecc ión de privilegio: “San Francisco fue c reado a sem e janza de la hum anidad de C risto, y esto en cuanto a tres cosas, en cuanto a la vida , en cuanto a la p a s ió n y en cuanto a la r e s u r r e c c ió n ” M. En uno de sus sermones Buenaven tu ra traza el esquema, en fo rm a to­ dav ía acep tab le , de lo que un siglo más ta rde desa rro lla ría , de ma­ nera deso rb itada , el conocido L ib ro d e la s C o n fo rm id a d e s de Bar­ to lom é de Pisa: es el p roced im ien to del paralelism o que trata de ha lla r co rrespondenc ia pe rfecta en tre lo que hizo C risto en su vi­ da y lo que hizo D ios en la vida de F ra n c is c o “ . S e g u id o r d e C ris to c ru c ific a d o Buenaven tu ra no p ie rde opo rtun idad de dem ostrar cómo Fran ­ cisco fue, an te todo, un “insigne seguidor de C risto c ru c ificado ” 85. Y tiene cu idado de poner una relación a esa ¡dea central aún a llí donde las fuen tes de que se sirve no hacen alusión alguna. De una senc illa reflexión de Ce lano , se hace en la L e g e n d a una p rim era visión de C risto c rucificado , no sin una cla ra relación al vencim ien to de Francisco cuando besó al leproso m isterioso, que no fue visto ya; en realidad , era el m ismo C risto crucificado que así p rem iaba la generosidad del recién convertido. El m ismo servicio a los leprosos “por am o r a C risto c ru c ificado ” , lleva a Francisco a descub rir el valo r de la hum ildad y de la pob reza en el m isterio de la C ruz. La con figu ración con C risto, en este p rim e r ensayo, con­ siste en ese vencim ien to con los hermanos leprosos y en la mo rti­ ficación corporal: “P o n ía a te n c ió n a la m o rtific a c ió n de la c arn e , a fin de ir m a n ife s ta n d o e x te rio rm e n te en el cuerpo la cru z de C risto que y a lle v a b a in te rn a m e n te en el c o razón ” “ . S igue inm ed ia tam en te la visión del C ruc ifijo de San Dam ián y la decisión final, después de la ruptura con el pad re P 'etro Bernar- done. Y a llí, an te el obispo de Asís, desnudo, “rec ibe con ag rad ec i­ m iento el tab a rdo de un lab riego , traza en él una cruz con yeso, vestido bien sign ificativo de quien ya estaba c ru c ific ad o ... Y de es­ te modo el se rvido r del Rey altísimo quedó desnudo, lib re para se­ 83. SermoIV de s. Francisco, 2; Opera omnia, I X , 584. 84. SermoIII de s. Francisco',Operaomnia, I X , 583. 85. Leg. minor, I I I , 1. 86. L M , I, 5, 6.

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