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176 A PROPOSITO DEL PSEUDO-DIONISIO EN S. BUENAVENTURA Según esta concepción de las creaturas, el constitutivo de és tas es su semejanza y desemejanza respecto a la divinidad. En cuan to son efectos, no pueden nunca equipararse a su causa. Esta, al tra tarse de Dios, permanece siempre infinitamente lejana en su riqueza ontològica de aquello que produce. Y lo producido, — el efecto— , por su penuria ontològica respecto a la causa divina, se diversifica sustancialmente de ésta. Con todo, los seres creados son de algún modo “ semejantes” a Dios, ya que éste es su porqué ejemplar. Las creaturas pasan a la existencia en razón a su constitución como imágenes o iconos de la Divinidad y por libre decisión de Esta. El modo de conocer divino corresponde a su modo de ser: in finito y eterno. Instalado sobre el ser y el no ser. El Pseudo-Dioni- sio, aplicando este principio metafisico a los ángeles y a los hom bres describe el conocimiento en relación con su mayor o menor dependencia de la materia, de la multiplicidad. La fórmula tomista “ cognitio ex immaterialitate” , para indicar la perfección cognosciti va ontològica, se encuentra enunciada en el CD en su núcleo fun damental. Una diferencia radical separa el conocimiento divino de) creado, cuando éste hace referencia especial ai hombre. En éste, lo conocido es norma y medida. La actividad cognoscitiva humana invade la esfera de un objeto y aprehende sus notas esenciales, pe ro a condición de ser normada y mensurada por dichas notas. Cuan do se trata del conocer divino, en cambio, sucede al revés. Dios co noce las cosas, los seres, en cuanto es su causa. No es mensurado ni normado por ellos, sino que él es la medida y la norma. Por ello, el acto cognoscitivo no termina en el objeto en sí, sino en la pro pia esencia divina en cuanto en ésta se encuentran los paradigmas o razones ejemplares de las cosas. Dios lo conoce todo de forma anticipada en su propio Ser. Progresivamente, el pensamiento pseudo-dionisiaco sobre el conocimiento podría ser formulado así: a) El conocimiento de Dios es absolutamente transcendente a todo conocimiento. b) Se diferencia del conocimiento humano, ya que éste está vés de Proclo. En cambio, Volker sigue la linea interpretativa de acerca miento entre los Padres A lejandrinos y el CD. En DN 820b, Dioysiaca 338, se afirma: “ los paradigmas son principios (arjé) de todos los seres, que primero son, y después son principios” .
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