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174 A FROPOSITO DEL PSEUDO-DIONISIO EN S. BUENAVENTURA Ubicada la situación actual de la investigación pseudo-dionisia ca y bonaventuriana, estas breves notas pretenden completar el es tudio de Bougerol, explicitando más el pensamiento del CD hacien do ver cómo la influencia pseudo-dionisiaca en el tema del ejempla- rismo bonaventuriano es mucho más amplia que las citas concretas que del DN hacen el tratado De Se. Christi y el I. Sent. Y, en segun do lugar, analizar los textos que del Pseudo-Dionisio cita G. deTour- nai. I. Ejemplarismo del CD y de S. Buenaventura. Desde el punto de vista metafisico, la teoría ejemplarista pue de ser considerada como resultado de una típica impostación del problema del ser, que en última instancia, es el problema de Dios. Si el concepto de ser se constituye, afirmándose a sí mismo de ma nera absoluta y necesaria, en contraposición de las realidades limi tadas y contingentes de las que es abstraído, la pregunta metafísica que se origina de forma inmediata es: ¿cómo puede existir multitud de seres, cuando éste es Uno, Absoluto, Necesario? O si la pregun ta se traspasa al plano de la teología natural: si Dios, por su infini tud, agota todo lo entitativo de forma radical ¿cómo pueden existir los entes? Esta impostación del problema metafisico procede de! pensa miento platónico y adviene al CD a través de los neoplatónicos Pro clo, Jámblico y Plotino principalmente. Para éstos, la solución se encontraba en la doctrina de la “ emanación” de la Divinidad según proceso dialéctico en tres momentos: Identidad divina consigo mis ma, emanación descendente ontològica que produce la multiplici dad y retorno de ésta a la unidad divina. El CD, en un horizonte creacional cristiano, no ve más solución que la de establecer en tre el ser y la nada, la imagen-del-ser. Su reflejo e icono. Según esta orientación, el CD presenta la realidad divina en re lación con lo creado dentro de tres grandes consideraciones: la de Dios como Ser Ejemplar y Eminente de todo otro ente, la de su cau salidad ontològica y la de su conocimiento de cuanto existe. El Ser de Dios no es como el nuestro. El es Simplicidad e Infi nitud y se encuentra instalado en un estado de privilegiada “ sobre- esencialidad” . El, por su Infinitud y Simplicidad ontològica, contiene
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