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C A P I T U L O I I. P r e c is io n e s En la primera parte hemos reducido el primer círculo de nuestro asedio intelectual a la pregunta sobre el significado mismo del tér mino trascendencia en general, para aplicarlo, después, al signifi cado de la trascendencia divina. En esta segunda parte mantenemos la misma orientación me todológica. Interesa, por tanto, preguntar, en primer lugar, por eí significado del término inmanencia en general, para aplicarlo, a continuación, al significado de la inmanencia divina. ¿Qué significado tiene el término inmanencia? ¿Cómo ha de entenderse en relación a Dios? También aquí puede afirmarse, como lo hacíamos al hablar de la trascendencia, que de la recta comprensión de dicho concepto en general dependerá, en gran parte, la toma de posición en la te mática sobre la inmanencia de Dios en las creaturas y la interpre tación que demos a la actitud mental bonaventuriana ante la mis ma. Nos encontramos ante uno de los conceptos más familiares y, a la vez, más complejos del pensamiento filosófico, particularmen te moderno, del que dependen los importantes temas del conoci miento humano y de las relaciones metafísicas entre finito e Infini to. Por estos motivos es uno de los términos que más pueden contribuir a confusión en nuestras concepciones sobre Dios. De donde se impone precisar el auténtico significado que aquí adquie re. Puede ayudar a una más exacta precisión la consideración del mismo desde diversas perspectivas: etimológica, filosófica e I N M A N E N C I A D I V I N A E N L A S C R E A T U R A S
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