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560 TRASCENDENCIA E INMANENCIA DE DIOS EN S. BUENAVENTURA De esta suerte, los con cep to s humanos sob re D ios como ens primum - summum - ultimum conve rgen , al fin, en una m isma y única rea lidad trascenden te en todos los aspectos de la trip le cau sa li dad e ficien te, e jem p la r y fina l. Hacia e llos se o rien ta la concepción m e ta física bonaven tu riana en su búsqueda de rad ica lidad . El Docto r Se rá fico encuen tra en Dios, en razón de bonum p e r essentiam , el ve rdade ro status en el aspecto de la bondad -fina li dad, como an te rio rm en te lo ha encon trado en los aspectos del ser y de la ve rdad, en D ios en razón de en s et veritas p e r essentiam . En estos concep tos transm ite , de modo concre to , un mensaje p ro fundam en te humano, sob re el s ig n ifica d o de la tra scenden cia d ivina desde la te rce ra y ú ltim a con side ra ción de su m e ta física — de consumm a tione — , en la que aqué lla sigue siendo con scien te mente la idea-fuerza de su pensam iento. En d icho mensaje revela, ante todo , el sen tido de la más ab so lu ta independencia te le o lóg ica d ivina fren te a todo lo creado. En v irtud de su trascendencia , el ún ico motivo de te rm inan te del ob ra r d ivino en re lación a la crea tu ra es D ios m ismo: ob ra por pura libera lidad , y no puede a dm itir im po s ic ión alguna desde lo ex te rio r. Crea qu ia lib e re vult: volun tarism o trascendental, e x ig ido desde su concepción de la tra scenden cia divina , fren te al pensa m iento neop la tón ico . En él revela, al m ismo tiempo , el sen tido p ro fundo de la de pendencia de la c rea tu ra respecto de Dios, al d e s c ifra r el sen tido ú ltim o te le o ló g ic o de toda crea tu ra . Esta queda de fin ida en su d i nam ismo más rad ica l — su s e r hacia — desde una d imensión que la re la tiviza po r com p le to en orden a Dios: la crea tu ra queda diná- 346b). “Et ratio huius est, quia nihil potest animam sufficienter finire nisi bonum, ad quod est. Hoc autem est bonum summum, quod superius est anima, et bonum infinitum, quod excedit animae vires. Cognitio enim animae naturalis est cognitio non arctata; unde nata est quodam- modo omnia cognoscere, unde non impletur cognitio eius aliquo cognos- cibili, nisi quod habet in se omnia cognoscibilia et quo cognito, omnia cognoscuntur. Similiter affectio eius nata est diligere omne bonum; er go nullo bono sufficienter finitur affectus, nisi quod est bonum omnis boni et quod est omnia in omnibus (I Sent., d.l, a.3, q.2 c: I, 40b). Esta inquietud humana hacia la búsqueda de status perfectus recuerda la lí nea agustiniana, a la que se alude frecuentemente. (Cfr. Scient. Chr., q. 6 c: V, 35a; Myst. Trinit., q.4, a.l ad 7: V, 82b; Ibid., q.6, f.3: V 97a; Brevil., p.4, c.6: V, 247a; Hexaem., coll. 5, n. 32: V, 359b). Los motivos úl timos de esta inquietud, por parte del hombre, engarzan con su concep ción de éste como imago Dei, tema que examinaremos al hablar de la inmanencia divina al hombre en la segunda parte del estudio.
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