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310 LA FIESTA DE LA EXPIACION creto de la composición del incienso, no quieren hacer partícipes de él a nadie. ¿No podríamos pensar que los oyentes judíos del Lev 16, 1 veían la acción sacrilega de los h ijos de Aarón en el contexto de la polémica del incienso — composición, lugar de ofrecim iento— que ocupaba una parte tan importante del ritual del D ía de la Ex­ piación? La versión griega haría más explícita esa alusión al in tro ­ ducir las dos palabras estudiadas. En todo caso, en ambos textos estudiados de la tradición griega, la polém ica aparece en sus pri­ meros pasos. Siglos I I I -I I a. C. 2.4.3. Un punto intermedio de la evolución lo ocuparía Q um - ran. En el mom ento en que las directrices fariseas se imponen, la comunidad del desierto reacciona apartándose de la vida litúrgica oficial y añora una restauración del modo tradicional de celebrar las fiestas. Cfr. este m ismo artículo 1.5. 2.5. La polémica entre fariseos y saduceos sugiere dos conside­ raciones más allá de la m ism a polémica. P rim era: el judaismo se expresa en anécdotas. Como dice un autor judío moderno, el judais­ mo no se caracteriza precisamente por la riqueza de su lenguaje teológico. Toda su riqueza está escondida en el interior de esta po­ breza de palabras. Segunda : la polémica y los diversos talan tes que los participantes adoptan en ella tiene matices y resonancias ex­ trañam en te modernos. La oposición entre lo tradicional y lo nuevo no se supera a base de discusiones sistemáticas, sino a través de la praxis, incluso de una praxis tan concreta como el rito capaz de expresar una concepción cada vez menos supersticiosa de la reali­ dad de Dios y de su modo de presencia en Israel, en el templo. 3. Las lecturas de la Fiesta. 3.1. El clima espiritual propio de cada fiesta viene dado en gran parte por las lecturas litúrgicas. Por eso, m ientras no conoz­ camos cuáles eran esas lecturas, difícilmente podremos decir que hemos comprendido la fiesta. Por otra parte, la F iesta de la Expiación nos es presentada co­ mo asamblea santa (Lev 23,27) y, por lo mismo, con una relación inm ed iata a la lectura oficial de la L e y 2S. 25. J . "M orgenstern , Tvw Prophecies from th e Fourth Cen tury B C. and the Evolution o f Y om -K ippur, “ H u ca ” 24 (1952-53) p . 59 n o ta 128, c re e

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