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246 PROBLEMATICA TEOLOGICA EN TORNO AL BAUTISMO. ta l investigación son positivos. Veamos los pasos fundam en ta les de la obra. El a u to r habla en p rim e r luga r del caso de conve rsión de un padre de fam ilia . Las fó rm u la s que aparecen en los Hechos de los Após to les y en las ca rtas de san Pablo, inducen a cree r que se bautizaba a todos los m iem b ros de la fam ilia sin d is tin c ió n . Por e jem p lo , a p ropós ito del ca rce le ro de F ilipos leemos en A ct. 16,33 que se bautizó él y toda su casa y fó rm u las pa recidas se hallan a p ropós ito de L id ia (A c t 16,15), de C rispo (A c t 18,8) y de Estéfana (I Co r 1,16). Es más, con fron tado s estos datos, po r un lado con fó rm u la s pa recidas en Ignacio de A n tioqu ía — p.e., “ Sa iudo a !as fam ilia s (textua lm en te c a s a s ) de m is hermanos con sus mujeres e h ijo s " (E sm irn io tas 13 ,1)— y po r o tro con el sen tido que el AT da a la pa lab ra casa (c fr. 1 Sam 22, 16-19; Gén 45,18; 1 Sam 1 ,2 1 ...), nos in c linam os a cree r que los niños estaban in c lu id o s en tal bau­ tism o sin más e spec ifica c ión de e d a d 3. El segundo caso que analiza Jerem ías, en con tra de lo presu m ible, es h is tó ricam en te más d ifíc il de resolver. Se tra ta de los n i­ ños nacidos en un hoga r c ristiano . Nuestro a u to r hace al respecto un aná lisis com p le to del tex­ to de Ma rcos sob re los niños (10, 13-16); “ Y le o frecían n iños (a Jesús) para que los tocase. Los d isc íp u lo s conm inaban a los que se los p resentaban. Al ve rlo Jesús se in d ig n ó y les d ijo : Dejad que los niños vengan a mí y no se lo im p idá is, pues de e llo s es el Rei­ no de Dios. En ve rdad os digo: Quien no reciba el Reino de D ios como un niño, no en tra rá en él. Y ab razándo les e im pon iéndo les las manos los be nd e c ía ” . Para Jerem ías la exégesis h is tó ric o -lite ra l del texto es clara: según la costum b re ju d ía en la fiesta de la E xp iación , los padres presentan a sus h ijo s a Jesús para que los bendiga, como se ha­ cía con los escribas. Pero la a p lica c ió n ca tequé tica que la Iglesia p rim itiva hace del texto , un ida a la idea de la conna tu ra lidad en­ tre in fanc ia y Reino de Dios, induce a pensa r que los p rim e ros c ris tianos vie ron en las pa lab ras de Jesús una razón para bau tiza r a sus h ijo s *. Hasta aqu í los te s tim on ios b íb lic o s 5. 3. J e r e m ía s , J., o . c ., pp. 25-30. 4. Jerem ías, J., o. c.„ p p . 68-76. ( C f. M t. 18,3; L e . 18,17; J n . 3,5; J u s t i­ no , Apología I, 61,4; T e r t u lia n o , De Baptismo 18,5; Constituciones apos­ tólicas V I, 15.5). 5. N o to d o s lo s e x e g e ta s so n t a n o p t im is t a s e n e s ta s a p re c ia c io n e s .

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